Más allá del mítico «Málaga, La bombonera, flor de la costa del Sol»… ¿alguien sabe cómo sigue?
Por eso os habéis inventado expresiones como una pechá, que es como decir muchísimo pero a lo malaguita.
Ya es casualidad que tú hayas caído ahí… Y no, no eras exagerado.
No. Un plato a base de migas, morcilla, chorizo, lomo, huevo frito y pimientos fritos es ligerísimo. Por eso a veces lo llaman «huevos a lo bestia», claro.
Cámbiese la palabra plato por albóndigas, croquetas, pescaíto frito, porra, ensalada malagueña o cualquier otro manjar local. Alguno le saldrá soso o con poca chica, ¿no?
Si por prácticamente te refieres a cuatro o cinco meses, vale. La Malagueta es un desierto entre octubre y abril.
Si por ahora entiendes mañana, lo podías haber dicho antes.
Lo fácil es destrozar las sardinas mientras las incrustas en la caña y luego quemarlas a las brasas hasta que se carbonicen.
Y seguro que los ubicas a todos en un mapa con exactitud…
Pues debes de tener una familia que ni la Tribu de los Brady o una vida social alucinante para llegar a esos 500 invitados.
Por eso lo que mejor sabes decir es aliquindoy y ni sabes la expresión de la que viene…
Si conoces un malagueño que sepa el nombre de cinco cuadros del artista, nos los presentas…
Prácticamente cada fin de semana podrás ver el traslado de alguna imagen. Las procesiones tienen más frecuencia de lo que imaginas… 