Photo: Monica Garza 73/Shutterstock

15 señales de que creciste en Monterrey

Monterrey
by Iliana Garcia 7 Jan 2015
1. Te han preguntado ¿Y por qué te enojas?

Los regios tenemos un tono de voz fuerte, firme, directo, hay quien dice que hasta agresivo. Al hablar con gente, en especial del sur del país, que no está acostumbrada, seguro han pensado que estás molesto. Pero nada que ver, sólo hablamos así, golpeado.

2. Te sientes expuesto en ciudades donde no hay montañas.

Monterrey es la ciudad de las montañas, las verás hacia donde quiera que mires, y cuando estás en lugares donde al voltear hacia arriba sólo ves el cielo, no puedes evitar ese sentimiento de estar desprotegido.

3. ¡Las quesadillas llevan queso!

El nombre lo dice por sí mismo, cuando un regio piensa en quesadillas, se imagina una rica tortilla de harina, rellena de queso. Pero cuidado con la confusión si te vas más al centro del país, porque allá hacen quesadillas de cualquier cosa, y el queso no es un requisito.

4. Extrañas ir de fiesta a Barrio Antiguo.

Si tenías edad suficiente (legalmente o no) para ir a Barrio Antiguo antes de que lo cerraran, entonces has tenido ese sentimiento agridulce de “estar feliz por haberlo disfrutado, pero triste porque se acabó”. ¡Era el mejor lugar para salir de fiesta! Podías disfrutar todo tipo de música y todo tipo de bebidas, sin que la fiesta terminara a las 2 a.m. Esos eran buenos tiempos…

5. Tienes una visa estadounidense.

…y el 90% de las veces que la usas es para ir de compras a McAllen, TX.

6. Tienes un sentimiento amor-odio hacia la música banda.

Seguramente dices que no te gusta, pero cada fiesta llega a un punto en el que la música banda hace su aparición y pone a todos, incluyéndote, en ambiente.

7. Reconoces perfectamente el sonido especial de cada vendedor ambulante que pasa frente a tu casa.

Las inconfundibles frases y melodías que te avisan la llegada del pan, los elotes, las tortillas y el gas.

8. No te impresionas fácilmente cuando en otras ciudades “hace mucho calor”.

El clima de Monterrey es salvaje, helado en invierno, desértico en verano. La mayor parte del año hace calor, pero no un calor cualquiera, sino uno intenso, seco y sofocante. En esta ciudad, el termómetro es capaz de subir más allá de los 40ºC, pero nada que unas ricas cervezas y un buen aire acondicionado (clima, para los regios) no puedan solucionar.

9. Conoces el arte de hacer una buena carne asada.

La gente de Monterrey sabe de carne y convirtió las carnes asadas en el ritual perfecto para reunir a familia y amigos. Las hacemos para cerrar con broche de oro la semana, para festejar a alguien o algo, o solamente porque sí, porque a veces, la carne asada es la celebración por sí misma.

10. Plan de fin de semana es igual a: carne asada + cerveza + fútbol.

No siempre necesitamos un motivo para hacer carne asada, pero un evento deportivo importante es un excelente pretexto para unir tres de las cosas favoritas de muchos regiomontanos.

11. Apoyar al equipo contrario de fútbol no significa ser enemigos.

No importa si eres hincha de los Tigres de la UANL o de los Rayados del Monterrey, en esta ciudad pueden convivir unos con otros sin dramas. Tienes amigos, tíos, compañeros de trabajo, hasta vecinos rivales y se divierten discutiendo, bromeando y burlándose mutuamente para ponerle más sabor a los partidos donde se enfrentan.

12. Usas muchas palabras en inglés.

Al ser casi frontera con EUA, no hemos podido evitar que muchas expresiones en inglés se hayan colado en nuestras conversaciones diarias. Es muy común escuchar “sorry” en lugar de “disculpa”, “break” en lugar de “descanso” “drinks” en lugar de “tragos”, etc. etc. etc.

13. Has pasado vacaciones en Tampico o Isla del Padre.

Sólo le falta una cosa a Monterrey para ser la ciudad perfecta: playa. Pero eso nunca te impidió disfrutar del sol, la arena y el mar, ¿cierto? Todo regio ha adoptado, por lo menos una vez en su vida, alguna de las dos playas más cercanas a la ciudad: Tampico, en Tamaulipas; o Isla del Padre, en Texas.

14. Tus amigos son tus “compadres”. Y las mamás de tus amigas y las amigas de tu mamá son tus “tías”.

Simple y sencillamente porque los quieres muchísimo.

15. Todo cuesta más caro que en el resto del país, pero lo pagas sin quejarte.

La vida aquí es cara. Pagamos más que otras ciudades por comida, gasolina, escuela, transporte público – a veces la diferencia es abismal. Cuando te diste cuenta por primera vez, te sentiste frustrado y molesto, pero no tardaste mucho en aprender a vivir así e incluso te dio algo de orgullo saber que puedes sobrevivir en Monterrey.


Este artículo fue publicado en inglés el 24 de diciembre de 2014.

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