1.
Un amigo normal te propone salir a tomar unas cervecitas a una terracita tranquila.
Un amigo almeriense te propone unas tapas, después un botellón, más tarde una noche de “pachangueo” y por último un amanecer comiendo churros.
2.
Un amigo normal se alegra por ti y te felicita cuando te pasa algo bueno.
Un amigo almeriense, además, para celebrarlo, te arrastra hacia todo el plan del punto número uno: tapas, botellón y “pachangueo” en un pack.