1. El que mucho abarca, poco aprieta.
Buena forma de arrancar el año: centrándonos en lo que realmente nos gusta y dejando de lado cosas menos importantes. Y aunque Dios apriete, ya sabes, nunca ahoga.
2. El tiempo todo lo cura, menos vejez y locura.
Por eso es bueno 2016: todo lo malo que te haya pasado en 2015 ya es cosa del pasado. Y salvo que estés viejo o loco, es momento de hacer borrón y cuenta nueva.