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17 dilemas que solo entendemos los poblanos

Puebla de Zaragoza
by Rodrigo Macías 21 Sep 2015

 

1. El no saludo.

Se avecina un poblano conocido hacia ti y piensas… « ¿Lo conozco o me estoy confundiendo?¿Me saludará? ¿Lo saludaré yo? ¿Ya me vio? Bueno, si me saluda, yo respondo el saludo… ¿O mejor yo saludo primero y que el otro decida si me responde? Sí… mejor haré eso… Ah canijo, ¿ya se pasó? bueno, a la otra. »

2. El pápalo.

El toque especial de cualquier cemita es difícil de resistir, pero al caer en la tentación, sabes que corres el riesgo de quedar con ‘papalazos’ decorando tu sonrisa.

3. Maridaje de picante con comidas.

Dependiendo de lo que el poblano coma, a veces debe enfrentarse a dilemas enchilatorios como: Mi cemita: ¿con rajas o chipotle?; mis papas del carmen ¿con casera o valentina?; mi memela ¿roja, verde o bandera?

4. Molote, pelona o tostada.

Tomaste la decisión de alimentarte cerdamente esta noche. Llegas muy contento al puesto de antojitos hasta que escuchas ‘¿qué va a ser señorita / joven ?’ Tú ya sabes lo que venden, pero igual preguntas ‘¿qué tiene hoy? ’ en realidad quieres TODO pero necesitas ganar tiempo para hacer cuentas de cuánto te alcanza. El dilema viene cuando debes renunciar a alguno de ellos para que puedas ir all the way con tu cerdeo, y pedir una peligrosa-pero-deliciosa Coca-Cola.

5. La domingueada familiar.

Puebla y sus alrededores tienen muchas opciones para dominguear con tu familia (o la de tu pareja). Ahora decide dónde: ¿Viveros de Atlixco? ¿Zócalo de Cholula? ¿Y el de Puebla? ¿Qué hay en el cine? ¡Help!

6. La comida de domingo flojo.

Tus padres aprendieron de sus padres que está bien darse un descanso de la lavadera de trastes que se acumulan tras cocinar algo en casa. Pero el pedir comida a domicilio no es todo bailes y chispas de colores, ahora deben decidirse entre: complacer a mamá que quiere tacos de La Oriental, a papá con su Pollo Feliz de siempre, o a los niños con su pizza para que no hagan berrinche.

7. El precopeo.

Algunos de tus amigos prefieren Culichi, otros Chipilín, ¿y los que prefieren ahorrar precopeando en una casa? ¡Qué complicado!

8. El antreo.

Terminando el precopeo, el ponerte de acuerdo con tus amigos para elegir la siguiente parada, como Cholula o la Juárez, ya presenta una complicación. A eso agrégale la elección del primer, segundo, tercero y cuantos antros piensen visitar esa noche.

9. El monchis de alcohol.

Al salir del antro te encuentras con otro dilema, pues sabes que tienes hambre pero, ¿de qué? Si te decidiste por antrear en Puebla, seguramente estarás indeciso entre una hamburguesas/hot dogs de la Juárez o romper tu récord de tacos de asada en La Piedad.

10. Hace calor y quieres nadar.

Como están limpiando la alberca de tu casa… cuando quieres pasártela bien con tus amigos y presumir tus cuadritos nuevos en un balneario: ¿Metepec y nos quedamos a dormir o Capricho de Ayoa para tener tobogán?

11. Las excursiones escolares.

Generación tras generación de señoras vocales en las escuelas primarias de Puebla, han tenido que luchar con el dilema de ¿este año llevamos a los niños al Planetario o al zoológico?

12. Qué camión tomar.

En Puebla muchas rutas de camiones coinciden en lugares concurrentes. Por ejemplo, cada vez que vas a la CAPU debes elegir entre: la velocidad de los Rápidos de San Antonio, los asientos acolchonados de la Ruta 10, o pagar menos por irte apretadito en la 61A.

13. Dónde ir al cine.

Ya sabes que la película que quieres ver debe estar en todos los cines y a todas horas, entonces ¿A cuál vas? ¿A La Noria porque no quieres encontrarte a nadie? ¿Al triángulo porque te gustan los asientos? ¿A Galerías Serdán porque nunca has ido?

14. El postrecito.

Si vas a comer al zócalo, posiblemente te encuentres con un dilema a la hora del postre: ¿Pido postre en el restaurante, o paso por un churro a La Churrería? ¿Y si mejor camino un poquito para bajar la comida y me compro una paleta del Carmen?

15. Si no entraste a la BUAP.

Siendo Puebla la segunda ciudad de México con mayor número de universidades, a quienes no logran matricularse en la BUAP, les cuesta mucho decidir en dónde estudiar la carrera. ¡Hay más de 400 opciones! Unas menos pato que otras.

16. El antojo post clases/chamba.

Al final de un pesado día laboral, se agradece a la vida que te ponga enfrente un carrito de elotes y esquites. Pero si quieres probar la recompensa, debes pasar por un camino de incertidumbre… ¿Elote o esquite?, ¿Grande o chico?, ¿Tostado o hervido?, ¿Chile que pica o que no pica? ¿Limón? Y si también vende tostiesquites, bueno…

17. El turisteo con tus visitas foráneas.

Ya te sabes de memoria todos los puntos turísticos que les interesan a la mayoría de los turistas en Puebla. Entonces, cada vez que recibes visitantes de fuera, como buen anfitrión poblano debes decidir entre: hacer un poco de ejercicio subiendo de nuevo a la pirámide de Cholula, subir a Facebook una foto saltando frente a la Catedral, o ir a ver si sigue vivo el tigre blanco en Africam Safari.

 

Crédito de la portada: Pacomacklish photographer