1. Nasti de plasti.
El primero de muchos pareados que marcaron la década en la que los jóvenes descubrimos la rima consonante y decidimos hablar en verso, cual delicados poetas macarras. Como muchas de las expersiones de la época, esta proviene del caló, la lengua de los gitanos: nasti significa “no” (y en sánscrito “no hay”). La segunda parte es solo una palabra inventada que rima. Así éramos.