El diablo es uno de los personajes más prominentes de las fiestas de carnaval en Oaxaca. Representa la picardía y es el antagonista por excelencia de la fiesta. Una de las representaciones más coloridas de este personaje en el estado de Oaxaca son los Diablitos de Zaachila.

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Zaachila es una pequeña ciudad situada a menos de veinte kilómetros de la capital del estado. La tranquilidad de este poblado se ve interrumpida todos los años cuando los diablos salen a hacer de las suyas.

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Los diablitos son parte de las celebraciones de cuaresma. Aunque inicialmente se caracterizaban con máscaras de cartón o cuero, hoy en día el anonimato se logra a través de un paliacate rojo colocado sobre la cara. Los disfraces pueden estar rematados por cuernos de cartón.

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Los diablos salen a las procesiones con el afán de hacer travesuras, pero también llevan dulces y regalos. La tradición dice que si alguna muchacha acepta estos regalos es una señal de agrado hacia el que está detrás de la máscara.

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Cada año se suman más diablos y más elementos al carnaval. En años recientes son comunes las vestimentas brillantes y coloridas, y los cuernos han sido acompañados por penachos o plumeros.

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Las gafas oscuras son uno de los elementos más modernos de la vestimenta. Ideales para mantener el anonimato del diablito durante sus diabluras.

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Las niñas y adolescentes son los blancos favoritos de los diablos, en especial de los más pequeños, quienes se encuentran armados con harina y confeti. Para compensar las travesuras, los diablitos regalan liras a sus víctimas.

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Las liras son arreglos hechos con palitos de madera y cascarones de huevo decorados con papel de china y plumas de pájaros coloreadas.

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Algunas de estas liras son especiales y contienen pañuelos bordados con las iniciales de alguna persona especial. Un recurso muy socorrido por los enamorados.

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También existen las liras mayores, arreglos más grandes y elaborados. Estos pueden tener tantos aditamentos como se desee: osos de peluche, cartas de amor, flores, lo que sea. Estas liras se regalan como una propuesta de noviazgo ¡o incluso de matrimonio!

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Las liras mayores también son una forma de pedir perdón a alguien por alguna “travesura verdadera” por parte del diablo portador. Mientras más grande la lira, más grande el pecado o más fuerte el deseo de comprometerse con una persona.

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Los diablitos aparecen por primera vez en las calles de Zaachila en la segunda mitad de febrero, durante la fiesta del Barrio de la Soledad.

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Después del miércoles de ceniza, el carnaval arranca oficialmente y la gente se congrega de nuevo para recorrer las calles de Zaachila, esta vez por el barrio que dio origen a esta tradición: San Pablo la Raya.

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En los últimos años, los diablitos se han visto acompañados por las comparsas de “Amigas y Rivales” y “Las Güeras”, ambas integradas por travestis. Estos grupos eligen a la reina del carnaval y la acompañan en procesión hasta la iglesia de San Pablo la Raya.

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La congregación termina con bailes y danzas regionales, concursos del palo encebado, juegos mecánicos, música y un ambiente gastronómico donde los dulces regionales y los tamales acompañados con atole, cerveza y mezcal, lucen su presencia gracias a los padrinos y mayordomos en turno.

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Como todo buen evento, el carnaval concluye en un gran baile.

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Los diablitos de Zaachila hacen su última aparición del año a mediados del mes de marzo en la última fiesta de los barrios durante la llamada festividad cultural, que consiste en un desfile por las calles a ritmo de jarabes, sones, chilenas y bailes populares.

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Los diablos son una expresión que mezcla el catolicismo con la parodia. Un reconocimiento de nuestros actos buenos y malos con un toque picaresco y mucho humor.

Agradecimiento especial a Don Jesús García, Don Chuy, Historiador de San Pablo la Raya, Zaachila, por la gran historia que me contó y que dio pie a este pequeño relato fotográfico. Gracias, Don.