Creas o no, las bóvedas de la Catedral de Málaga son un lugar donde disfrutar al máximo de unas espectaculares vistas sobre toda la capital. Si te animas, te puedes casar escaleras abajo.
Las torres de La Malagueta, la plaza de toros, el Puerto, la catedral, el mar… Las vistas de este mirador son espectaculares, como el amor.
Pequeñas calitas de piedras rodeadas de naturaleza y con aguas cristalinas con una alucinante vida marina. Si te animas, este es el mejor lugar para practicar el nudismo. ¡Nada más fácil para que esa chispa se convierta en algo más!
El pueblo pitufo, completamente azul y rodeado de una naturaleza marcada por el color de los castaños en cada estación es un entorno idílico donde, probablemente, te enamores en apenas un fin de semana rural.
Es el pico más alto de la provincia de Málaga. Llegar a más de 2.000 metros de altura con tu pareja después de cuatro horas de duro ascenso… ¡eso sí que es amor!
Alguien pintó por amor en una vieja chimenea industrial el lema «Te quiero Mónica». Desde entonces, hay quien suspira para que su pareja haga una hazaña similar. No es recomendable, pero sí puedes pasear por a su lado por el Paseo Marítimo Antonio Banderas e impregnarte de esta demostración de amor.
Más de 50.000 plantas y 150 años de historia rodean a un jardín en el que encontrarás rincones maravillosos para perderte y que surja el amor de la manera más natural.
Un sendero de vértigo a más de cien metros de altura: el mejor momento para confiar al máximo en tu pareja y, probablemente, sentir el vértigo de enamorarse.
«Bésame aquí», «Declárate en esta escalera», «Regálame una sonrisa», «Dime que me quieres», «Camina junto a mí» o «Acaricia mi mano» son algunas de las inscripciones que se pueden encontrar en varias calles de este pueblo al sur de El Torcal. ¡Una ruta por todas ellas y el amor está más que asegurado!
A un lado, una pequeña calita urbana con un graffiti que dice que «fuiste, eres y siempre serás mi más bonita casualidad». A otro, un bosque de eucaliptos con una playa en la que muchos días apenas encontrarás gente. Y, por medio, un restaurante en un viejo balneario. Tres espacios en los que enamorarse y que, además, muchos los eligen para casarse. ¡Que vivan los novios!
Una cervecita por aquí, un espeto de sardinas por allá, un gazpacho fresquito algo más allá y una ración de pescaíto como punto definitivo te harán querer vivir en Málaga y enamorarte de quien te acompañara para no iros nunca.
Siente la esencia árabe entre viejas torres, jardines nazaríes y vistas espectaculares sobre Málaga. Siéntete una princesa o un príncipe del reino de Granada… ¡y declara tu amor!
Un banco, un rincón donde sentirte lejos del mundo, decenas de árboles procedentes de medio mundo, el olor salino que llega del Mediterráneo y vosotros dos. ¿Necesitas más para enamorarte?
La divertida playa de Los Álamos, la familiar playa de La Carihuela o la calle San Miguel: ¡en Torremolinos el amor está en el aire!
En este clásico entre los clásicos de Málaga llevan mucho tiempo llamando a la #revolucióndelamor. ¡Nada como un buen vino dulce y un plato de porra antequerana para que surja! 