1. «Vete a freír espárragos.»
Vete, desaparece de mi vista. Podemos mandarte a freír espárragos, directamente al cuerno o a la mierda, y a muchos otros lugares que no deberías repetir si hay niños delante.
2. «Estoy hasta los huevos/las narices/el moño/…»
¡Suficiente, hasta aquí hemos llegado! Estoy harta y no voy a aguantar mucho más, así que si eres la causa de mi enervamiento, mejor vete alejándote.