Saliste de clases temprano, no hubo clase o simplemente no te importó y fuiste a alguno de los bares que hay a la redonda, ya sea del lado de San Claudio o Valsequillo. Conociste los extintos Guaguankó y Guajira, o fuiste al San Claudio, pero fuiste, y seguro más de una vez.
Acabas de leer esto con la voz del señor (viejito) que vende porta credenciales en el acceso B o donde paran los Estrella Roja. Incluso puede que hayas comprado uno alguna vez.
Tuviste horas muertas entre clases o solo pasabas por ahí y fuiste a descansar los desvelos de los finales a los puffs de la biblioteca. Ya sean de la planta baja o segundo piso. Despertaste sin saber dónde estabas.
Y claro que iba a reventar. Ya desde la terminal había cuarenta personas esperando. Si eres mujer, ibas sentada, porque en el STU aún existen los caballeros.
Porque obvio se inundó Arquitectura o el lago se desbordó. Pasa siempre, pero nunca deja de asombrar.
Quizás ni te gusta el fútbol, pero alguna vez tuviste un boleto para ir a ver jugar a los lobos y terminó perdido en tu mochila.
Porque te quedaste de ver con alguien en ese punto, o incluso te tomaste un café en el Italian con tus amigos. De pérdida, organizaron un toquín ahí y fuiste.
Fuiste con la mejor intención de ir un día a la alberca, pero ese día nunca llegó. Seguro curioseaste por ahí aunque los deportes no sean lo tuyo.
Muchos estudiantes conocen este punto, quizás a ti te gustaba ir de vez en cuando, porque sabes que casi nunca hay alguien por ahí…
De cualquiera de sus «sucursales» a la redonda. Mis favoritos son los de Arquitectura, ¿los tuyos?
Solo por que esta frente a la DAE (sí, ésa es). Y bueno, si eres de Antropología siempre te dicen que los tienen en el olvido.
Por una de las Torta Gigantes para saciar el hambre. Yo ya las extraño.
O al menos eso cuenta la leyenda. Por eso tienen la fama de ser los «más flojos».
Solo a imprimir tu cárdex, porque cuando debías ir para dar de baja una materia, preferiste reprobarla a ir hasta allá.
Tu póliza en el banco de la DAE y juraste nunca más volverlo a hacer, solo para encontrarte formado otra vez el siguiente semestre.
Y mejor caminaste a tu destino. La verdad es que, viéndolo positivamente, nada queda muy lejos en CU, pero ahora hay lobo bicis, que es aún mejor. 