1. A que nos confundan con un sevillano.
Es salir de Andalucía y todo el mundo reconoce el acento andaluz. Pero cuando nos dicen que si somos de Sevilla… ¡No! ¡En Málaga decir miarma está prohibido!
2. A la lluvia.
En Málaga llueve –de media -tres días al mes, pero son los más temidos por todos: la ciudad se vuelve un caos, puedes pasar horas en un atasco, las alcantarillas no sirven de nada y pierdes el paraguas: como no lo usas nunca, siempre lo dejas olvidado.