1.
Tomar cerveza sola es demasiado simple y aburrido para ti. Tú prefieres micheladas con limón, sal, clamato, salsa inglesa, tajín y cuánta cosa se te ocurra.
2.
Conoces las porras y gritos más originales de fútbol. ¿De dónde más pudo haber salido el “¡Ehhhhhhhhhhhhhh, p*to!”?
3.
Sufres al leer el menú en restaurantes que DICEN ser mexicanos (¿es en serio, Taco Bell?)
4.
Eres el más feliz del mundo cuando descubres que hay limones y salsa a la hora de comer.
5.
De cualquier cosa quieres hacer un taco.
6.
Extrañas más las tortillas recién hechas y la salsa molcajeteada que a tu propia familia.
7.
Solo por si queda alguna duda, sí, siempre estás pensando en comida.
8.
Te sale el espíritu patriota el 16 de Septiembre (no el 5 de Mayo).
9.
También te fluye el orgullo mexicano cuando escuchas un mariachi, y cantas sus canciones a todo pulmón.