1. El estado terrible de los ascensores
Ya sea que estés bajando para tomar el subterráneo o subiendo al departamento de ese amigo que vive en un edificio de los años 30, los ascensores de Nueva York pueden ser un infierno. Cada vez que te subes a uno es como si estuvieras jugando a la ruleta rusa (incluso con algunos rusos como compañeros).
Tantea entre los pasajeros ¿Quién es el más débil? ¿Hay alguno que parezca que podría ponerse al mando si habría que arreglar algún desperfecto? Tus compañeros de ascensor podrían ser tus compañeros durante las próxima 48 horas.