1. Báñate en el Mediterráneo.
La dieta mediterránea empieza en el mar. Para apreciarla de verdad, lo mejor es empezar con un chapuzón en sus aguas cálidas. Te vale cualquier lugar de la costa este, desde la frontera con Francia en Cataluña hasta la puntita de Cádiz, las Islas Baleares y, por valer, hasta Ceuta y Melilla.