40 señales de que creciste en Argentina en los 80

Argentina
by Laura Bee y Analía Fabris 9 Apr 2015

1.

Conociste a tu primer amor en un asalto.

2.

Y arreglaste para volver a verlo en Pumper Nic, “un Pumper, Frenys, un Mobur y una Coca” mediante.

3.

Sabés perfectamente que un cassette y una birome es todo lo que se necesita para descubrir los mensajes satánicos en las canciones de Sui Géneris.

4.

Diste tu primer beso jugando a la botellita.

5.

Y no besabas, apretabas.

6.

Sos guardián de un secreto poderoso: sabés por qué María Amuchástegui se retiró para siempre de la televisión argentina.

7.

La historia de amor que más te marcó fue la de Tubby 3 y Tubby 4.

8.

Pagarías una fortuna para volver a vivir la emoción de bailar lentos como “Cada vez que respiras” o “Eclipse total del corazón”, en el boliche después de las 3 AM.

9.

Te subiste al Matterhorn y al Samba en el Italpark, y saliste machucado y mudo del cuiqui (miedo ochentoso).

10.

Inventaste las palabras cheto, groncho y careta. Y las expresiones mató mil, re copante y ¡es un quemo!

11.

Todavía soñás con tener de mascota a un sea monkey.

12.

No salías jamás sin documentos por temor a las razzias.

13.

Lloraste el 30 de octubre de 1983.

14.

¡Y viste en vivo el milagro de la mano de Dios en el 86! Barrilete cósmico, ¡¿de qué planeta viniste?!

15.

Tuviste tu primer amor de verano en Villa Gesell. Lo conociste en Wendy o comiendo los panqueques de Carlitos.

16.

Conociste a Pablito Ruiz heterosexual, a Luis Miguel flaco y a Michael Jackson afroamericano.

17.

Y cantaste la versión censurada por la dictadura de “Hay que venir al Sur” (acá está la original, ojo, no es apta para menores…).

18.

Aún no estás seguro de cómo se dice sucutrule. ¿O era sucumtrule? ¿Sucrumtrule?

19.

Para vos Adrián Suar va a ser siempre Martín el de Pelito, el novio de la cheta Betiana.

20.

Las estrofas “Me dejaste una rosa al partir sobre la cama, fue un detalle fatal para mí…” equivalen a un show de cachetazos y gritos con fondo de las Cataratas del Iguazú y animales salvajes.

21.

Bailaste Thriller y Clics Modernos la misma semana en la que se editaron.

22.

Viste tele en blanco y negro. Y te fuiste con tus viejos a Uruguayana a buscar la tele a color.

23.

Fuiste testigo del primer invento que te permitió ver pelis en casa: el videoclub.

24.

Y no podías creer la cantidad de películas de La Cicciolina que tenían a la vista de todo el mundo…(vos que pensabas que lo más picante del mundo eran las películas del Gordo Porcel y Moria).

25.

Empezaste a escuchar rock en Cemento y el Parakultural.

26.

Viste nacer a bandas como Virus, Sumo y Soda Stereo. Y recibiste con orgullo algún escupitajo de Pil Trafa y Stuka.

27.

Viste tocar a los Redondos en un sucucho, junto a tus amigos y a 50 personas más. Y el Indio Solari, ¡tenía pelo y bigotes!

28.

Participaste de Domingos para la juventud y hasta llegaste a probar con la llave, pero no, el cofre de la felicidad no estaba en tu destino…

29.

Igual te fuiste de viaje de egresados a Bariloche, te emborrachaste con destornilladores y te disfrazaste para el concurso de Grisú.

30.

Tu look del sábado a la noche incluía jean nevado, zapatillas All Stars, mucho delineador negro y un jopo a lo John Taylor.

31.

Usaste alpargatas con suela de yute.

32.

¡Y carpinteros Lee con el ombligo al aire!

33.

Fuiste parte de la explosión de color y raros peinados nuevos que llegó con la nueva democracia.

34.

Te uniste al Centro de estudiantes de tu escuela porque te encantaba ese pelilargo y terminaste organizando una campaña para que dejaran que las chicas pudiéramos ir a la escuela con pantalones.

35.

Te rateabas para pasear por Florida, recorrer la Bond Street y apretar con tu noviecito en la Plaza San Martín.

36.

Escribiste cartas para los chicos que fueron a la guerra de Malvinas y les mandaste chocolates y pasamontañas tejidos a mano…

37.

Las frases “¡Vermout con papas fritas y good show!”, “Éramos tan pobres” y “Soltate con Wellapon, soltate” te despiertan toda clase de emociones.

38.

Te gastaste el dedo llamando a Susana para adivinar cuántos chupetes había en el frasco (y tu papá te terminó poniendo el candadito en el teléfono).

39.

Sabés cómo termina la frase “Verdad, consecuencia…”.

40.

Y seguís aguardando el temblor