Real de Catorce es uno de esos sitios mágicos capaces de capturar la imaginación con sus paisajes y su tradición. Si ya has estado en este antiguo pueblo minero, sabrás a lo que me refiero, pero si todavía no has llegado hasta aquí y buscas un viaje para conectarte contigo mismo, tal vez es el momento de preparar la mochila y emprender el camino hacia el altiplano potosino. El túnel Ogarrio espera que lo cruces para dejar el mundo que conoces atrás y llevarte a un retiro único llamado Real de Catorce.
5 cosas que un viaje a Real de Catorce te enseñará sobre ti mismo
1. Te encontrarás con el silencio
Hoy en día la mayoría de las ciudades se han convertido en espacios caóticos que aturden y estresan. Vivimos tan bombardeados por el ruido, que olvidamos el valor del silencio en nuestras vidas como fuente de tranquilidad. Real de Catorce es un sitio ideal para reencontrarse con el silencio y la reflexión. Pasar unos cuantos días aquí será un bálsamo para tu mente y una manera muy eficiente para reencontrarte con tus propios pensamientos. .
2. Te conectarás con la tierra
Real de Catorce se encuentra dentro del territorio sagrado de los huicholes, una cultura milenaria que mantiene una conexión profunda con la tierra. Al caminar por este espacio, estarás caminando por el lugar donde los dioses huicholes crearon el mundo. Es una experiencia espiritual única que atrapa a propios y extraños. Wirikuta te enseñara que la manera más digna y sabia de vivir es asumiéndote como parte de la naturaleza y no como aquel que la domina.
3. Olvidarás la velocidad por vivir
Muchos dicen que el tiempo parece transcurrir más lento en las regiones rurales, tal vez porque aquí la vida se saborea sin prisas, contrario al ritmo de las grandes ciudades. Real de Catorce es la imagen de un pueblo encapsulado en el tiempo, donde parece que nada cambió más allá de sus construcciones erosionadas por el clima y el paso de los siglos.
La tranquilidad que se respira en la vida cotidiana de Real Catorce, hará que olvides mirar el reloj y reflexiones si vale la pena ser esclavo de un horario de oficina, que te apresura a vivir y a cumplir metas en pos del progreso.
4. Recibirás un golpe de humildad
Al convivir con los habitantes de Real de Catorce te darás cuenta que su mayor tesoro está en su sencillez, su amabilidad y su generosidad. Si por alguna razón el feroz individualismo que se vive en las ciudades te ha hecho olvidarte de estos valores esenciales en cualquier ser humano, el ejemplo de la comunidad de Real de Catorce te hará poner de nuevo los pies sobre la tierra.
5. Tendrás uno de los viaje más catárticos de tu vida
Real de Catorce está enclavado en el corazón del desierto potosino. Dejar por una noche la comodidad del hotel y aventurarse a acampar en medio de este paisaje estremecedor es una experiencia que nunca olvidarás. A medida que cae la noche sobre el desierto, el firmamento parece incendiarse con los últimos rayos del sol, dando paso el hermoso manto de estrellas que tapiza la noche, mientras que el aullido de algún coyote se deja escuchar en la lejanía. A medida que avanza la noche, la se hace presente. Las estrellas se multiplican y parecen más cercanas; el sonido del viento agita los matorrales y aviva el fuego de la fogata; la mente y los pensamientos parecen liberarse en todas direcciones y, de alguna manera, sentirás que ese entorno ayuda a deshacerse de ataduras.
Es entonces que uno cae en la cuenta de que el desierto es realmente curativo, podríamos decir que hasta catártico. Tal vez sea cierto lo que dicen los locales: después de pasar una noche en el desierto, tu mirada nunca vuelve a ser la misma.