1. No compartir los mismos valores con tu compañero de viaje.
Viajando conocerás realidades muy distintas a la tuya. Quizás te encuentres con pobreza extrema, maltratos e injusticias, y la reacción de cada uno frente a estas situaciones será de acuerdo a sus valores. Que mi compañera quiera ir a un paseo en elefante, aunque sepa que son maltratados, es algo que no voy a poder aceptar jamás. Como tampoco que le grite a un nene porque le tira de la ropa para pedirle plata.
“Viajá con alguien que comparta tus mismos valores o viajá sola”, me dijeron una vez, y cuánta razón tenían.