Dicen que junto al mar la vida es más sabrosa y la prueba fehaciente de ello son las dosis de alegría y buen humor que los costeños le imprimen a su día a día. Si tu idea de felicidad te trae a la mente el arrullo del sonido del mar, noches llenas de estrellas, el dulce sabor de un coco recién cortado, atardeceres memorables y la frescura de la brisa marina, estos paraísos del Caribe mexicano son el destino ideal para tus próximas vacaciones.
1. Holbox
Aunque Holbox dejó de ser el secreto mejor guardado de los viajeros aventureros en el sureste mexicano, todavía conserva un encanto isleño que seduce con su tranquilidad, la hospitalidad de su comunidad pesquera y los hermosos paisajes que la rodean. Con 40 km de largo y apenas dos de ancho, Holbox es un lugar para caminar descalzo. A diferencia de otros sitios turísticos, aquí las calles no están asfaltadas, siguen siendo de la misma arena que cubre las playas; y cuando se trata de convivir con los isleños, su calidez y amabilidad te hará sentir como si estuvieras en casa.
Holbox es parte de la Reserva de la Biosfera Yum Balam, y entre sus maravillas se encuentran santuarios de aves marinas donde podrás ver águilas pescadoras, cormoranes, pelícanos, flamingos rosados, garzas y otras especies.
En islas vecinas como Yalahau, puedes refrescarte en un ojo de agua dulce que brota como un oasis en medio del mar. Por si fuera poco, durante el verano llegan a la costa de la isla tiburones ballena y mantarrayas gigantes para alimentarse y reproducirse.
2. Isla Mujeres
La isla consagrada a Ixchel, diosa maya de la luna, es un respiro para quienes preferimos un ambiente más relax que el de Cancún. Muchos dirán que Isla Mujeres es demasiado turístico, pero a pesar de ello, los lugareños han logrado mantener la esencia de su isla, esa que sigue haciéndonos sentir en un típico pueblo costero. Y eso es mucho decir cuando del otro lado del mar se alcanzan a ver los mastodónticos complejos hoteleros de Cancún como si fuera un espejismo de Miami Beach.
Para recorrer la isla es suficiente con rentar una bicicleta, un carrito de golf o incluso hacerlo a pie, ya que es bastante pequeña. Si te gusta chacharear, seguro te van a encantar los puestos de artesanías en el centro, pero si quieres llegar directo a la playa para disfrutar un buen chapuzón, dirígete a Punta Norte, donde se encuentran las mejores playas y, dicho sea de paso, el mejor lugar para romancear viendo el atardecer.
En el extremo opuesto de la isla, también hay mucho que ver y explorar, desde el casco de una antigua hacienda que, según las leyendas locales, perteneció a un famoso pirata que sucumbió al encanto de una isleña, hasta una zona arqueológica maya, los espectaculares arrecifes del parque Garrafón y los inolvidables paisajes marinos de Punta Sur, donde además de un famoso parque escultórico, hay sitios increíbles como el Acantilado del Amanecer que, de acuerdo con las coordenadas geográficas, recibe los primeros rayos del sol en nuestro país.
3. Isla Contoy
No muy lejos de Isla Mujeres (a unos 30 km para ser exactos) se encuentra Isla Contoy o la Isla de los Pájaros. Esta hermosa ínsula es uno de los últimos paraísos vírgenes del Caribe mexicano; a pesar de que está prohibido habitarla debido a su alto valor ecológico como santuario de aves y especies marinas, es posible visitarla a través de tours coordinados con las autoridades ambientales.
En Isla Contoy nace el arrecife Mesoamericano, el segundo más grande del planeta, y su estación biológica monitorea a 173 especies de aves. Los tours a la isla incluyen senderismo interpretativo para la observación de especies endémicas y visitas a zonas de mangle y selvas bajas.
Otro atractivo de esta isla son sus playas de arena blanca, desde donde sólo hace falta adentrarse unos cuantos metros en el mar para ver una gran cantidad de peces tropicales y estructuras coralinas.
4. Isla Cerritos
Si creías que los mexicas eran los únicos que podían construir edificios sobre el agua, los mayas están listos para demostrarte lo contrario. Isla Cerritos, además de tener una belleza natural impresionante, está localizada en el litoral norte de Yucatán… ¡y gran parte de su territorio es artificial! Esto se debe a que los mayas utilizaron una técnica muy similar a la empleada por los mexicas en la construcción de las chinampas. El islote original que era de 80 metros de diámetro, fue convertido en una isla de casi tres hectáreas, funcionando como uno de los puertos marítimos más importantes dentro de las rutas comerciales de los mayas Itzaes. Muestra de ello son los objetos arqueológicos que se han encontrado en Cerritos, entre los que destacan ornamentos de obsidiana del centro de México y oro de Costa Rica.
Isla Cerritos se encuentra a muy pocos kilómetros de otras maravillas naturales como Ría Lagartos, santuario del flamingo rosado, y de la villa pesquera de San Felipe, un pueblito costero que parece haber capturado la arquitectura antillana en sus casas de madera cubiertas con techos de dos aguas y fachadas multicolores.
5. Isla Pasión
Hace unos siglos, Isla Pasión solía ser escondite de piratas y corsarios dedicados al acecho de barcos españoles cargados con valiosas mercancías. Hoy en día, esta pequeña isla situada a pocos kilómetros de Cozumel, es uno de los paraísos más codiciados por muchas parejas que quieren una boda junto al mar, y es que, al igual que Isla Mujeres, Isla Pasión fue para los mayas un lugar de culto dedicado a la diosa de la fertilidad y el amor.
Si alguna vez has deseado estar en uno de esos sitios de revista donde parece que toda la playa es para ti, entonces tienes que venir a Isla Pasión. Los paisajes que enmarcan a la isla son algunos de los mejores del Caribe, pues el mar adquiere tonalidades fuera de serie en esta zona. También es un sitio perfecto si te gusta el ecoturismo, pues en las inmediaciones existen canales que se internan entre manglares espectaculares que puedes recorrer a bordo de un kayak.