7 consejos para disfrutar al máximo de tu primer temazcal

by Marcela Villanueva 21 Aug 2017

Dicen que el temazcal es la mejor opción para purificar mente, cuerpo y alma. Desde hace miles de años, las culturas mesoamericanas utilizaban este baño de vapor como un ritual de sanación. Los cuatro elementos se ven involucrados en el proceso: la tierra sostiene el fuego, mientras este calienta el agua hasta que se convierte en vapor. Si nunca has participado en este tradicional ritual de purificación, aquí te dejamos algunos consejos para llegar lo más preparado posible.

 

1. Escoge tu ropa sabiamente

Créeme, no quieres ir con ropa de más o de menos a un temazcal. Un traje de baño con una manta o un pareo siempre serán la mejor opción. Es bueno tener a la mano alguna prenda con lo que puedas limpiarte el exceso de sudor y la tierra que, invariablemente, llegará a tu cara. Deja alguna prenda ligera fuera del temazcal para utilizarla como manta a la salida. Mientras el vapor te purifica, querrás tener la menor cantidad de ropa posible encima, pero uno nunca sabe con qué clima se encontrará a la salida.

 

2. Procura ir descansado y sin haber comido mucho

El temazcal puede ser una experiencia intensa, principalmente si no estás acostumbrado a los baños de vapor. Tener el estómago muy lleno, estar desvelado o, peor aún, estar crudo pueden hacer que pases del disfrute al malestar físico de forma muy rápida. Lo mejor es mantenerte enfocado en el momento, sin malestares físicos u otros problemas que intervengan con tu estado de tranquilidad y relajación.

 

3. Sigue el flujo del ritual

El temazcal tiene raíces prehispánicas muy claras. Si deseas hacerlo bien es importante que sigas las indicaciones de tus guías, de lo contrario, da lo mismo el temazcal que el sauna de tu gimnasio. Cuando entres al temazcal pega en la cabeza en la tierra en señal de agradecimiento. Este agradecimiento casi siempre va dirigido a Ometeotl, el dios de la dualidad en la mitología mexica. Una vez dentro del temazcal, debes moverte en el sentido de las manecillas del reloj, o sea que comenzarás a caminar hacia la izquierda y sadrás por tu derecha.

 

4. Si te sientes mal, no te desesperes

Si la sensación de calor es extrema, lo mejor es tirarse al piso y bajar la cabeza. Entre más cerca esté tu cara de la tierra, más fresco te encontrarás. Si sientes que te vas a desmayar no intentes salir de inmediato… porque ahí sí que terminarás en el suelo. No te preocupes ni te desesperes, respira tranquilamente y espera a que tu cuerpo se acostumbre a las condiciones que te rodean. A veces, el calor nos puede hacer pensar que no hay oxígeno suficiente y que nos estamos sofocando, pero no es así. Un temazcal no representa riesgo alguno para tu salud. Eso sí, si padeces de alguna condición médica, es mejor indicarlo a los encargados para que te orienten mejor.

 

5. No olvides pedir la palabra

Si el calor te resulta inaguantable y estás seguro de que quieres salir o necesitas ir al baño, no tengas pena y en un momento de silencio pide la palabra para hacerlo. Siempre es importante pedir la palabra y comunicar lo que estás sintiendo.

 

6. Recuerda el verdadero objetivo del temazcal

Cada temazcal es diferente, pero recuerda que la intención primordial es ir a sudar y eliminar toxinas. Es un baño medicinal, no un ritual psicodélico. Si el chamán no canta, no tienes visiones o no te sucede algo muy espiritual y revelador, no significa que hayas tenido una experiencia fallida, simplemente, estos no son los objetivos.

 

7. Que no te de miedo el frío

Es recomendable que te eches un balde de agua fría al salir del temazcal. Esto ayuda a subir los niveles energéticos y genera una respuesta en el sistema inmunológico que completa el ciclo de la sanación. Si ya llegaste hasta este punto, ¡vale la pena terminar bien la experiencia!

 

Un poco de contexto histórico…

A pesar de que puedes encontrar temazcales a lo largo de todo el país, no todas las culturas prehispánicas eran asiduas a este ritual. En el centro del país se han encontraron temazcales en Teotihuacán, Monte Albán, Tlatelolco y Tula; en la zona maya se han descubierto vestigios en Palenque, Chichen Itza, Tikal, Tulum y otras zonas arqueológicas. En muchos estados, como Chiapas, Oaxaca y Quintana Roo, esta tradición nunca desapareció y sus manifestaciones modernas son adaptaciones del mismo ritual que se ha practicado por cientos de años.