Photo: Marcelo Rodriguez/Shutterstock

7 paseos de fin de semana obligados para todo chilango

Ciudad de México
by Kiev M. 1 Sep 2017

Para sacarle jugo a los fines de semana nadie como los chilangos. Seguramente todavía recuerdas aquellos fines en los que tu familia se organizaba para salir de día de campo con todo y anafre, o las ocasiones en las que la visita a un balneario cercano era promesa de diversión o un calvario compartido con cientos de bañistas. Hay varios destinos a los alrededores de la ciudad que, sin importar el paso de los años, seguimos visitando como recompensa por haber sobrevivido a la semana laboral. ¿Cuántas de estas escapadas te son familiares?

 

1. Quecas en La Marquesa

Los bosques de La Marquesa son atractivos no sólo por su cercanía a la ciudad, sino por sus numerosas opciones para pasarla bien. No puede faltar el desayuno o la comida repleta de quesadillas recién salidas del comal, acompañadas de la clásica sopa de hongos o de médula, para después bajarlo todo con una vuelta en cuatrimoto o un paseo a caballo. También está la opción de pescar tu propia trucha, todo acompañado por las indispensables micheladas y los jarritos tequileros.

 

2. Ida y vuelta al Ajusco

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Cuando no hay demasiado tiempo para salir de la ciudad, la montaña del Ajusco es uno de los lugares más socorridos para los sureños. Al igual que La Marquesa, el Ajusco está repleto de cabañas con fondas y restaurantes, donde puedes entrarle con ganas a un buen plato de cecina, conejo enchilado, quecas hechas a mano y, por qué no, un buen pulque. Para los que nos transformamos en atletas de alto rendimiento los fines de semana, aunque terminemos en el puesto de garnachas recuperando las calorías perdidas, el Ajusco es perfecto por sus circuitos de ciclismo de montaña, además de los campos de paintball de Gotchamanía y el parque de diversiones Six Flags, que a los ochenteros siempre nos hará recordar a Reino Aventura.

 

3. Fin de semana en Cuerna

Chilango que se respete ha aplicado la típica salida de fin de semana a los balnearios cercanos a Cuernavaca (aunque muchos nieguen haber estado en Oaxtepec) o a la típica casa con alberca del primo de un amigo. Eso sí, las micheladas, las botanas y la cecina asada nunca pueden faltar para redondear la visita a la ciudad de la eterna primavera.  

 

4. Puebleando en Tepoz

El pueblo de Tepoztlán es uno de esos lugares que nos da por visitar cuando queremos sentirnos alternativos, espirituales, esotéricos y hasta ufólogos, aunque en realidad terminemos con un dolor de piernas de tres días después de subir a la cima del Tepozteco para recargarnos de energía. Lo mejor de Tepoztlán es que siempre se presta para una salida relax con los cuates o para echar novio, comerse una de las famosas Tepoznieves y fisgonear en su mercado de artesanías.

 

5. El clásico acapulcazo

Este término es parte del diccionario popular chilango y consiste en la visita exprés al puerto de Acapulco para botanear y chelear a gusto en la playa, agarrar un poquito de color y regresar al siguiente día a la ciudad, en el mejor de los casos, sin cruda. Y es que la cercanía de Acapulco con la Ciudad de México lo convierte en el destino de playa al cual la mayoría de los capitalinos recurrimos cuando queremos unas mini vacaciones de fin de semana junto al mar, o para aprovechar los famosos puentes sin desangrar el bolsillo.

 

6. Trajineras en Xochimilco

Tal como lo hacían nuestros abuelos (aunque de una manera menos alocada), los paseos en trajinera por los canales de Xochimilco siguen siendo una de las actividades de fin de semana más populares entre los chilangos. Cualquier motivo es bueno para celebrar en las trajineras de día o de noche, eso sí, a ritmo de música norteña o mariachi, con servicio continuo de bebidas y quesadillas hasta la comodidad de tu trajinebria… perdón, trajinera.

 

7. Enmoladas en San Pedro Atocpan

A los chilangos nos gusta salir a comer los fines de semana. Y si alguien nos pregunta cuál es el mejor lugar para comer mole, la mayoría responderemos al unísono: San Pedro Atocpan. Este pueblo es famoso por su Feria Nacional del Mole y es perfecto para disfrutar de un sábado o domingo de romper la dieta en sus restaurantes donde las enmoladas con arroz y los tamales de frijol son obligatorios.

Otra razón que hace de San Pedro Atocpan un paseo preferido entre los chilangos es que parecería que estamos muy lejos de la ciudad aunque no sea así. En esta zona aún se pueden ver paisajes con las típicas estampas del campo mexicano, tapizado por nopaleras y milpas que tienen como telón de fondo una panorámica excepcional de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. 

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