8 Señales de que fuiste criado por una madre oaxaqueña
1. Alguna vez te curó contra el mal de ojo.
Las madres oaxaqueñas siempre tienen un remedio casero para cualquier malestar que tengas o que puedas llegar a tener. ¿Nunca te dio mal de ojo? Seguro que sí y tú mamá te pasó un huevo por todo el cuerpo para luego romperlo dentro de un vaso, ver qué tonalidad tenía y así saber que tan mala vibra tenías dentro. ¡Y sólo de pasar por ese dichoso ritual te sentías mucho mejor!