9 clichés que se rompen cuando visitas San Miguel de Allende
1. Cuando un pueblo crece, pierde su encanto.
Afortunadamente eso no está pasando. San Miguel era uno de esos lugares en los que veías un coche pasar y sabías que allí iba Pedrito, porque el coche de Luisito era el único igual a ese, pero con un raspón en la defensa. Ahora hay mil coches como los de Luisito y Pedrito, pero si la normativa municipal es estricta con el respeto al estilo arquitectónico y cuida el crecimiento urbanístico, la belleza no se pierde, sólo se transforma.