Cuando viajamos, incluso antes de ponernos en marcha, nos invaden ciertos sentimientos y sensaciones exclusivos de la dinámica viajera. Son sensaciones tan específicas que no todos los idiomas logran recoger su complejidad, así que me he pegado un viajecito por las lenguas de varios países para traerte esta recopilación de palabras que expresan emociones bien conocidas por nosotros, los viajeros.
1. Voorpret (neerlandés)
La sensación de diversión que tenemos ANTES de que algo suceda. ¿Qué son esos nervios de anticipación a un viaje? ¿Ese cosquilleo cuando ves fotos de los lugares donde vas a ir? ¿Ese estar ya casi allí mientras lo planeas, sacas los billetes y te emocionas imaginándote en una moto recorriendo templos budistas? Ese cúmulo de sensaciones es justamente voorpret.
2. Kaapshljmurslis (letón)
¿Quién no se ha montado en un transporte público y se ha agobiado, ya sea porque te están metiendo el codo en la cintura, porque el de al lado se abre de piernas con complejo de compás o porque la música está demasiado alta? ¿Quién no ha sido un kaapshljmurslis alguna vez en su vida mochilera? Todo el mundo. Justamente una persona agobiada mientras monta en transporte público. Eso sí, viajando te vienes arriba y sarna con gusto no pica. Tomar el metro en tu ciudad en hora punta puede ser un infierno, pero si te toca en Tokio, se transforma en un deporte de riesgo y una experiencia cultural.
3. Waldeinsamkeit (alemán)
El sentimiento de estar solo en el bosque y conectado con la naturaleza. ¿Sabes ese sentimiento único cuando te alejas de multitudes o caminos concurridos y te adentras en un bosque? De pronto estás rodeado de árboles, verde y silencio…y es maravilloso. Los viajeros, amantes de la soledad buscada a propósito, exigimos a la RAE un símil en español ya.
4. Saudade (portugués) y Fernweh (alemán)
La saudade es un sentimiento próximo a la melancolía. Esa melancolía que sentimos cuando tenemos algo ansiado lejos, ya sea una persona, una situación o un lugar. Pero normalmente se trata de la nostalgia por el propio hogar y país.
Fernweh, por el contrario, es una nostalgia que hace referencia a sitios lejanos, lugares que quizás ni siquiera hayas conocido aún. Cuando te pones a soñar y te ves en una yurta en Mongolia o frente a un paisaje asiático, estás teniendo un ataquito de Fernweh. Cuando te pones tontuno y empiezas a echar de menos a esa persona que dejaste en el destino o la comida de tu país, sufres de saudade.
Y ambas sensaciones son viejas conocidas de los viajeros.
5. Livsnjutare (sueco)
¿Cuál es una de las razones para viajar sin parar? ¿Qué son esas ansias de aprender, de empaparte de otras culturas, de romper con la rutina y hacer de cada día de tu vida una aventura? Sin duda, es parte de amar la vida profundamente. Y me apuesto todo a que esas mismas personas, curiosas y apasionadas, lo son también en su día a día. Bien, los suecos tienen una palabra para esas personas que aman la vida profundamente: livsnjutare.
6. Yoko meshi (japonés)
Cuando viajamos a un país con una lengua diferente y que no dominamos, lo normal es que nos invada la inquietud. ¿Y si nos perdemos en las indicaciones de un metro? ¿Y si quiero pollo y me ponen caimán? Y no sólo eso: aunque todo vaya bien, jamás estaremos tan cómodos como en nuestra lengua materna, ya que ni te expresas igual ni sientes, a veces, que seas la misma persona. Termina siendo un estrés, y justamente a esta sensación de estrés que supone hablar una lengua extranjera los japoneses le llaman yoko meshi.
7. Pochemuchka (ruso)
Tengo un amigo que dice que viajar es la niñez de los mayores. Nuestra curiosidad, cualidad gigante mientras somos niños, vuelve a activarse en los viajes. Esas ansias de conocer y saber sobre el mundo se termina matando en nuestra pequeña realidad de cada día, pero se reactiva poderosamente mientras viajamos. ¿Y esto que es? ¿Y esto se come? ¿Y aquí qué hay? ¿Y estas letras qué significan? ¿Y por qué los hombres mascan esa cosa? ¿Y por qué las mujeres se ponen esa pasta en la cara? Preguntas, preguntas y preguntas.
Cuando viajamos nos convertimos en un pochemuchka, una persona que hace muchas preguntas. Este prefijo ruso, Почему (pochemu), significa ‘por qué’.
8. Eleuteromanía (griego)
En realidad esta palabra de origen griego, Ελευθερομανία, no se usa en ese idioma, pero en inglés ya se ha creado una adaptación (eleutheromania) y en castellano es fácil crearla también. ¿Qué significa? Desde el momento en que te cuelgas la mochila o sales en dirección al aeropuerto, tu cuerpo y tu mente se empiezan a aligerar. A medida que te alejas de obligaciones laborales, opiniones repetitivas, compromisos familiares, de la rutina, la sensación de libertad se empieza a apoderar de ti, y no sólo se te apodera, sino que te empodera. ya no eres la que todo el mundo etiqueta por ser como eres, por vestir como vistes, por decidir no seguir las directrices de lo que nos han vendido como normal. El ansia por el viaje está íntimamente relacionada con la libertad, y eso es justamente lo que significa esta hermosa palabra: el deseo de sentirse libre. ¡Qué bonito!
9. Dépaysement (francés)
Cuando viajas, o más aún cuando vives en un país diferente, no sólo te mueve el ansia de libertad, sino también la necesidad de cambiar de entorno. Este cambio de entorno es siempre una ruptura radical y lo más natural es que nos haga sentir perdidos. Lejos de estresarnos, somos muchos los viajeros para los que esa sensación de estar perdido y ser totalmente anónimo en un lugar es de un placer indescriptible. Experimentar esa sensación y, en general, dejarte envolver por lo diferente y desconocido es justamente lo que viene a decirnos esa palabra.