11 aventuras al aire libre para hacer cerca de Concepción (Chile) que seguramente no conocías

 

Las Rocas de Coliumo

Esta caleta de pescadores ubicada al frente de Dichato y a 39 kilómetros de Concepción, es un lugar ideal para aquellos que buscan iniciarse en la escalada o quienes simplemente quieren disfrutar de un día en las rocas. El lugar cuenta con un anfiteatro de escaladores, diedros y paredes verticales, así como varias rutas y senderos para caminar con una vista espectacular a la playa.

Playa Ramuntcho

Para todos aquellos que buscan desconectarse del ajetreo de la ciudad, es un lugar casi en estado natural, sin servicios básicos ni hogares cercanos, y solitario gran parte del año. Parte de su misticismo se debe a que la playa no cuenta con una conectividad que permita llegar fácilmente, ya que tiene escasa señalización y vías de acceso de tierra en su mayoría. Puedes llegar a ella mediante vehículo propio, o si eres más aventurero y deportista, en bicicleta o a pie.

 

Reserva Nacional Nonguén

A sólo 15 minutos del centro de Concepción en auto o 20 minutos en transporte público, encuentras este hermoso lugar de 3000 hectáreas, perfecto para caminar admirando la flora y la fauna típica. Los senderos de dificultad baja son aptos para todos, bien marcados y con cursos de agua limpia que incluso se puede beber. Es un rincón desconocido por una gran cantidad de penquistas que no han recorrido todas las maravillas que su comuna ofrece.

Laguna El Manco

Este bello lugar es uno de los tesoros de la comuna de Tucapel. El agua de la hermosa laguna de aguas transparentes se puede beber sin problemas, algo que nos sorprende a quienes hemos vivido en otros países. Sus alrededores, repletos de vegetación y fauna silvestre, te invitan a hacer trekking; eso sí, es imperativo ir con guías locales para tener un viaje seguro.

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Playa Cobquecura

En sus más de 52 kilómetros de costas, Cobquecura, perteneciente a la provincia de Ñuble, ofrece finas arenas grises y espectaculares formaciones rocosas, además de un mar limpio, sin contaminación, excelente para la pesca deportiva de orilla y el surf.

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Si eres novato surfeando y buscas un lugar tranquilo para aprender, Playa Rinconada, con olas lentas, parejas y un fondo arenoso, es lo que necesitas. En el lugar existen además escuelas que ofrecen clases individuales y grupales, más arriendo de trajes y tablas.

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San Fabián de Alico

Montañas, ríos, lagunas y bosques, es la oferta de San Fabián de Alico, inserto en la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja. La zona cuenta con guías y excursiones para todos, desde los más aventureros hasta los que buscan panoramas más tranquilos. Si de experiencias más extremas se trata, existen excursiones a la alta cordillera de Ñuble, donde se puede admirar el vuelo de los cóndores y hacer descenso en balsas y kayak por el Río Ñuble con rápidos que pueden llegar al grado 4.

Nevados de Chillán

A sólo 2 horas 30 minutos de Concepción, se encuentran los Nevados de Chillán, uno de los centros de esquí más importantes de Latinoamérica, con 10.000 hectáreas para practicar deportes invernales y una pista de esquí de 13 kilómetros, considerada la más larga del continente sur. Sin duda, el plus de este lugar es su complejo termal que invita a visitarlo en cualquier época del año. Las termas de Chillán cuentan con piscinas de azufre y hierro, con lo cual son un saludable descanso después de una intensa jornada esquiando en la montaña.

Saltos del Laja

A 37 kilómetros al norte de Los Ángeles se encuentran los famosos Saltos del Laja, a los que se puede acceder caminando por un sendero tipo pasarela que permite mojarse con sus aguas. Compuesto por cuatro saltos de agua de singular belleza que atraen a miles de turistas durante todo el año, la caída más sorprendente posee 55 metros de altura, mientras que las otras no superan los 35 metros. Sin embargo, la magnitud de las cataratas contrasta con la tranquilidad del río.
Aguas abajo, un grupo de embarcaciones con motor te lleva a acercarte a estos saltos en un paseo para los más aventureros que, por supuesto, cuenta con las medidas de seguridad adecuadas para que no exista ningún tipo de riesgos. En los alrededores de este pintoresco lugar es posible, además, practicar deportes de aventura como rafting, cabalgatas, natación, trekking y, por supuesto, la fotografía. ¿Quién puede resistirse a una foto con estas cataratas como las grandes protagonistas?

 

Volcán de Antuco y sus alrededores

62 kilómetros al este de la ciudad de Los Ángeles, la comuna de Antuco ofrece a sus visitantes dos escenarios variopintos: por un lado vegetación y bosques nativos, y por el otro una zona cordillerana volcánica. Entre las muchas actividades que puedes realizar en los alrededores está el canopy -para quienes gustan de la adrenalina y la naturaleza-, y el trekking dentro del Parque Nacional Laguna de Laja, con rutas de todo tipo y canyoning (en la zona del campamento viejo).

Para los más expertos en trekking en la nieve, montañismo y alta montaña, está el imponente volcán de Antuco, el cual ofrece en su cumbre una vista panorámica hacia la Laguna de Laja. Una alternativa menos desafiante y más corta es el sendero hasta la base Sierra Velluda, al sur del volcán, en cuyas laderas puede apreciarse un pequeño glaciar.

 

Isla Mocha

Ubicada a 35 kilómetros del continente, frente a Tirúa, en el límite entre las Regiones de Bío Bío y Araucanía, este lugar poco conocido combina bosques casi vírgenes, campo y playas de arenas blancas. Además, sus aguas frías son perfectas para la pesca deportiva de sierras, róbalos, lenguados y corvinas. La vía más expedita para llegar a esta pequeña isla es en avioneta, en un vuelo de unos 45 minutos desde Concepción o de 15 minutos desde Tirúa.

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Un dato bastante curioso: el famoso chalote albino llamado Mocha Dick, la ballena blanca del Pacífico, existió en estas aguas en el siglo XIX y se dice que inspiró a la famosa novela Moby-Dick. Según lo documentado en la época, este cachalote logró burlar incontables veces a sus cazadores durante más de cuarenta años, incluso con varios arpones clavados en su espalda. Embestía los barcos, perforándolos, volcándolos y matando a los marineros que se atrevían a enfrentársele. El relato fue confirmado cuando en 2005 se realizó el avistamiento de varios cachalotes blancos en el Pacífico.