Crédito: Nikhol Esteras Photography
Llegando a la casa de Catalina, en la región mixteca de Oaxaca, no sabía qué esperar. Sabía que los abuelitos con quienes trabaja el proyecto Nija´nu vivían en la pobreza, pero la pobreza puede tomar muchas formas.
Bajando por el camino hasta la puerta de su casa empecé a ver lo que la pobreza significaba para ella. Pobreza es que su “cocina” estaba afuera, bajo un árbol , con un par de ollas sobre una estufa de leña hecha de ladrillos, una cubeta de metal como fregadero y sin agua potable, gas, o electricidad.