Durante el reinado de Axayácatl como tlatoani de Tenochtitlan, su propia hija adolescente Chalchiuhnenetzin (Muñeca de jade) fue enviada a Texcoco con más de dos mil sirvientes y otras doncellas mexica para que se convirtiera en la esposa legítima del tlatoani Nezahualpilli.
Sin embargo, nada salió como se esperaba…
Se ordenó que viviera en un lujoso palacio digno de su propio padre Axayácatl, con todos los lujos propios de la vida de princesa y acompañada de sus nanas, amas, criadas y pajes.