¿Quién dijo que no se puede comer barato en Madrid?
1. Treze
Comenzamos esta ruta gastronómica popular en el señorial barrio de Salamanca. Treze es el lugar perfecto en el que desembocar tras un paseo matutino por sus palacetes decimonónicos y una visita a la Fundación Juan March, referente cultural para los madrileños. Este restaurante es un tributo a los clásicos de la gastronomía española como los torreznos, las bravas o los buñuelos de bacalao. Y a las piezas de caza en temporada. Además, algunas elaboraciones tradicionales incorporan elementos de la cocina asiática que aportan frescura. Pero lo que no puedes no probar es su ensaladilla. En ella, las recetas de Raúl y Elena, creadores del lugar, compiten en un mismo plato. La primera: marina, con ventresca y huevas de trucha y arenque; la segunda, con un toque alemán: pepinillos, mostaza y embutido. Tienen medias raciones ideales para probar y compartir, pero su menú, disponible de lunes a viernes a mediodía, es imbatible. ¡Cuesta 13 euros!