1. Comienza a hablar golpeado… pero no te enojes.
Aunque la mayoría de los mexicanos piensa lo contrario, en el norte no nos la vivimos enojados. Para nosotros es normal hablar con un tono de voz más elevado y ser directos. ¡Así somos acá! No se sientan atacados, chingao.
2. Sustituye la tortilla de maíz por la de harina.
Porque como las sobaqueras recién hechas, ¡no hay dos!