Sin dejar de lado el cantadito de ¡amaaaami!
No te olvides de los charales, las micheladas exóticas y, por supuesto, las nieves de garrafa.
Lo puedes sustituir por una jericalla, una nieve de churrito o por unas donitas grasosas que huelen mejor de lo que saben.
Chivas, Atlas, Leones Negros… ¡no importa! Todo buen festejo acaba aquí.
No importa si no te importa, no te gusta o no le entiendes. Es lo de hoy y ya.
¡Somos tapatíos!
Todos estamos pegaditos y somos una gran comunidad, pero hay diferencias.
Es más rápido, limpio y casi no huele feo.
De verdad, ¡lo que quieras!
E intenta no hacerlo de manera despectiva.
O si eres automovilista, quéjate de los ciclistas; o si eres ciclista, quéjate de los peatones que caminan en la ciclovía. El punto es quejarse.
No hay manda que no se cumpla ni virgencita que no se respete.
Que de cultural ya no tiene mucho, pero algo bueno encontrarás.
Tú bien sabes cuándo y con quién aplicarla.
Imagen de portada por Alvaro Sánchez. 