1. Conduce con la música a todo volumen
Hora de la siesta. Acabas de comer y antes de irte a trabajar por la tarde decides aprovechar la única media hora que tienes de descanso para una reconfortante siesta bien tapadito con tu manta o tu batamanta en tu sofá. Estás entrando en trance y… por la calle paralela a tu ventana, aparece la artillería pesada a la que tanto temes, es decir, pasa un coche con el subwoofer tan alto (muy típico en Almería) que los cristales de tu ventana quieren desaparecer de la faz de la Tierra, e incluso en tu sofá surge un terremoto que la escala de Richter no es capaz de cuantificar. ¿Es necesario tanto volumen?