Ríete de nuestro acento o intenta imitarlo
No trates de hacerte el gracioso poniendo “pollas” a final de cada frase o repitiendo aspirando la “s” nuestras expresiones recurrentes. No te saldrá bien, harás el ridículo y, aunque te riamos la gracia por fuera, por dentro pensaremos que eres “un cipote”. Tampoco digas que no nos entiendes o que hablamos “mal”. El granaíno es un dialecto particular dentro del andaluz en el que diremos “farfollas” o “la vin compae”… Mientras otros presumen de hablar perfecto español con laísmo, leísmo y otras aberraciones, cosa de la que los granaínos nunca nos reiríamos.