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Cómo enfadar a un malagueño

by Nacho Sánchez 2 Jun 2015

Pregunta si Málaga tiene playa.

La cuestión parece obvia, pero lo pregunta demasiada gente. Se refieren a playas urbanas y, claro, por supuesto que tenemos. La Costa del Sol incluye a Málaga, que, de hecho, es su capital. Lo de molestarse cuando nos dicen que las playas de la ciudad no son lo mejor del mundo, bueno, ahí el cabreo no es tanto: está claro que no estamos en el Caribe. Pero casi.

Pide que te digamos “algo en malagueño”.

Sí, somos únicos con nuestro acento, nuestra forma de hablar y nuestro vocabulario, y estamos orgullosos de ello. Pero de ahí a que tengamos que ser loros que repitamos lo que nos pidáis para haceros reír, hay unos cuantos pasos. ¿O no habéis visto lo forzado que quedan los acentos andaluces en la tele? Eso es así. Por eso no pedimos a los gallegos que nos digan cosas en su acento, ni a los madrileños, por ejemplo.

Asegura que no nos entiendes cuando hablamos.

Si no eres capaz de pasarme el guarrito, alargarme a la playa, tener un hambre canina, servirme un pitufo y una nube o hacer un changuay, colega, aprende malaguita.

Cuestiona que el nuestro sea el mejor clima.

En Málaga tenemos días de sol para aburrir. También inviernos cortitos y donde el apenas se ven jerseys de lana o forros polares y veranos suaves como para ponerse alguna manga larga cuando por las noches corre la brisa. Si hay miles y miles de guiris viviendo aquí por algo será, ¿no? (Aunque a veces el terral aprieta y esto se parece demasiado al infierno, sí, eso lo reconocemos).

Niega que Canal Sur sea centralista.

Si calculas las horas que aparece Sevilla en Canal Sur y las horas que aparece Málaga, entenderás por qué nos enfadamos.

Habla de los costaleros y los pasos de Semana Santa.

A ver, parece una nimiedad, pero no lo es. En nuestra Semana Santa, los pasos se llaman tronos, y quienes los portan, se llaman hombres de trono, no costaleros. Esos términos son de Sevilla, nuestros grandes amigos. Y jamás se te ocurra decirnos que la Semana Santa sevillana es mejor, que nos calentamos.

Intenta convencernos de que Bilbao es más grande.

No sabemos si es por estar en el norte, pero muchos son los que creen que Bilbao es mucho mayor que Málaga. Nada más lejos de la verdad: la ciudad vasca tiene unos 350.000 habitantes y la capital malagueña cerca de 600.000… Y según la Wikipedia su ciudad tiene 40 kilómetros cuadrados y la nuestra casi 400… Suficiente diferencia para que nos enfademos si nos preguntas otra vez.

Salúdanos con un “¡Quillo, qué pasa!”

¡Error! Eso se dice en Cádiz y Sevilla, en Málaga nunca. Mejor aprended a usar expresiones locales como ¡Qué pasa, vieo!

Asegura que Chiquito es de otro lugar.

Chiquito de la Calzada, el ser que revolucionó la forma de hablar de este país hace unos cuantos años y sigue siendo hoy un mito del humor patrio, es de Málaga, y no te atrevas a dudarlo. Te lo cruzas por el Bulto o calle Larios con más facilidad de la que te puedas creer. Y ya que estamos: Dani Rovira también es de Málaga y no sevillano, como os han hecho creer. El Mocito Feliz también es malagueño, pero si nos dices que es de otro sitio igual ahí no nos mosqueamos.

Olvida que Picasso es malagueño.

Otra de ilustres: Picasso es malagueño, malaguita, nació aquí. Cierto que pasó poco tiempo, que nunca volvió, que vivió más años en Francia y pasó por Galicia, sí. Pero es de Málaga, es lo que hay.

No te tomes con calma el verano.

Sabemos que en el fondo pasa en todos los rincones de este país, pero es que aquí tenemos playa para disfrutar los meses de verano, así que sí, en esa estación, paciencia: todo el mundo está de vacaciones y, los que no, tampoco pueden trabajar porque todos los demás están de vacaciones. Bueno, menos los camareros: esos sí que trabajan en verano.

Pregunta si la catedral está en construcción.

La llaman la manquita porque tiene una sola torre, pero la otra no la vamos a hacer. Está bien como está: ni está a medio construir, ni está inacabada. Es nuestra y nos gusta como así. Y punto.

Afirma que los espetos no son exclusivamente de Málaga.

Los espetos son una de las delicias gastronómicas de esta provincia: unas cuantas sardinas espetadas en un trozo de caña y asadas al calor de leña de olivo. Cuando las pruebes no nos digas que ya las habías probado en tu ciudad… ¡los espetos son exclusivamente malaguitas!

Táchanos de vagos.

Como en el resto de Andalucía –para eso sí nos unimos con el resto de andaluces- aquí también trabajamos. Cierto que en verano menos, pero curramos como los que más. Y si no entiendes que después de echar nuestras ocho horas nos guste más tomar una cerveza que seguir en la oficina… el problema lo tienes tú.

Reduce Málaga a Marbella o a Torremolinos

Sí, hay quien cree que en Málaga sólo están esos dos municipios, que son los únicos puntos de vacaciones de la Costa del Sol. Pero insistimos, ¡Málaga es la capital!

Asegura que aquí de turismo sólo puedes ir al chiringuito o la playa.

Eso nos enfada pero es fácil responder: a ver si tu ciudad tiene un Museo Picasso, un Pompidou, un Thyssen o un Museo de Arte Ruso. Por ejemplo.