El que comparto a continuación es un discurso de ofrecimiento de los padres del niño al Tepan Teohuatzin, en el que se puede apreciar que es el mismo niño quien se ha convertido en una ofrenda a la sociedad, de la que se esperan sus futuras buenas acciones:
“Nuestro Señor, Tloque Nahuaque, se dignó establecer a ustedes aquí. Aquí ustedes escuchan y saben que Nuestro Señor se dignó regalar un collar, una pluma preciosa: descendió el niño. En verdad, ahora parece ya cuajarse; ya es un capullito. ¿Acaso colocaremos en sus manos [como si fuese niña] el malacate, el machete del telar?
Es propiedad de ustedes; es su venerable hijo, su venerable niño. Lo ponemos bajo su poder, bajo su protección, con los [demás] hijos venerables; porque ustedes enseñan, educan; porque ustedes hacen águilas, hacen ocelotes; porque ustedes lo educan para nuestra madre, para nuestro padre, Tlaltecuchtli, Tonátiuh. Y ahora lo dedicamos a Yohualli, a Ehécatl, a Tlácatl, a Telpochtli, a Yaotzin, a Titlacahuan, a Tezcatlipoca”.
Esto es lo que nos dice el Códice Florentino y “La educación de los antiguos nahuas” de Alfredo López Austin.
¿Cómo eran elegidos estos “prefectos”?
En “La historia general de las cosas de la Nueva España”, Bernardino de Sahagún nos cuenta sobre la jerarquía de los diversos sacerdotes.
El Teohuatzin es una especie de patriarca elegido por dos sumos pontífices, como Sahagún les llama, y tiene a su cargo a los sacerdotes menores que cumplen un papel como el de los obispos, así como del perfecto cumplimiento de las cosas religiosas, tanto como de costumbres como de la educación en la fe. Una de estas variedades es el Tepan Teohuatzin del que te hemos hablado y se encarga de las mismas funciones que el Teohuatzin, limitándose únicamente a lo concerniente a las escuelas Calmecac de Tenochtitlan.
Como puedes apreciar, la educación era algo totalmente sagrado que estaba encomendado a los dioses y la impartición de la fe estaba organizada de una forma compleja que garantizara el perfecto cumplimiento de los deberes con los dioses. ¿Te imaginas ser educado por un Tepan Teohuatzin? 