No solo porque te ayude a que la gente se abra y esté más dispuesta a que les hagas fotos, sino porque aprenderás más del sitio donde estás, harás nuevos amigos y tu experiencia será mas enriquecedora que si no hablas con nadie. El intercambio cultural es una de las cosas fascinantes que nos ofrece el viajar.
*Chicas de Chittorgarh visitando el fuerte de la ciudad, Rajastán.
Cómo fotografiar a completos extraños en nuestros viajes
Una de las cosas que más nos puede intimidar al viajar es tomarle fotografías a gente que no conocemos. Quizás nos de vergüenza el acercarnos a ese desconocido que nos ha parecido fascinante y pedirle que nos deje retratarlo (o retratarla).
Tenemos dos opciones: podemos “robar” las fotos o pedir permiso (de un modo o de otro) para retratar a la persona. Siempre que puedas, opta por esta segunda opción. Hay quienes se esconden detrás de un teleobjetivo… pero te recomendaría que no los usases para los retratos de viaje.
Siguiendo la serie de pautas que presentamos a continuación, conseguirás volver a casa después del viaje con retratos de lugareños y una visión más completa en tu registro fotográfico.
1
Lo más importante, y lo que te abrirá más puertas para retratar lugareños, es una sonrisa, cuanto más sincera mejor.
Se amable y sonríe. Muchas veces, cuando viajamos, el idioma es una barrera para entablar conversaciones, pero la sonrisa es universal. Siempre que puedas, pide permiso para fotografiar. Mirar a la gente y mostrar tu cámara suele ser suficiente para indicar que quieres hacerle una foto a alguien. Aunque te parezca lo contrario, la mayoría estará de acuerdo en que les hagas la foto. Eso si: si alguien te dice que no, se respetuoso y no la hagas. *Vendedora de madera en un mercado en el Lago Inle, Myanmar.
2
Practica antes de salir de viaje.
Lo mejor para hacer buenas fotos de desconocidos en nuestros viajes es practicar antes de salir de viaje. Haz fotos de la gente cercana, como parientes o amigos, ya que no te intimidan o no tendrás vergüenza en decirles que posen para ti. Luego, a la hora de fotografiar desconocidos, será mucho mas fácil. *Retrato de mi tía en el día de Todos Los Santos en el cementerio de Rabanera del Pinar, Burgos.
3
Interactúa con la gente.
No solo porque te ayude a que la gente se abra y esté más dispuesta a que les hagas fotos, sino porque aprenderás más del sitio donde estás, harás nuevos amigos y tu experiencia será mas enriquecedora que si no hablas con nadie. El intercambio cultural es una de las cosas fascinantes que nos ofrece el viajar. *Chicas de Chittorgarh visitando el fuerte de la ciudad, Rajastán.
Intermedio
4
Fotografía a las personas donde más a gusto se encuentren, esto es, en su elemento natural.
*Dueña de una casa de té en el Tíbet.
5
Para perder la vergüenza, siempre puedes empezar en los mercados.
La mayoría de los lugares que visitamos tienen mercados populares y ferias. Compra algo, entabla una conversación primero y seguro que conseguirás un retrato del tendero o tendera sin mayor problema. *Camarera en una tienda en la isla de Palau Ubin, Singapur.
6
Pásate, si no lo has hecho ya, a las focales fijas.
Se que nos cuesta deshacernos de nuestro zoom por lo cómodo que es. Hazme caso, una vez que cambias el zoom por una focal fija, ya no vuelves a usar un zoom. Las focales fijas son muy económicas, nítidas y luminosas, con lo que podremos hacer mejores retratos en interiores con menos luz. Además, a la hora de presentarnos para hacer una foto, apuntar con una focal fija es menos intimidante que ponerle un zoom de grandes dimensiones en la cara a alguien que no conocemos. *Mujer nómada del Tíbet en su refugio de invierno.
7
Haz más de una foto.
La persona a quien retratamos suele estar mas rígida en la primera foto, así que no tengas reparo en hacer varias. Incluso, puede que la mejor foto la consigas al final. Una vez que te despides, siempre puedes solicitar hacer una última foto… por lo general es cuando más relajados podemos retratar a la gente que hemos conocido y con quien hemos pasado un tiempo. *Novicio en el aula de inglés de su monasterio en Luang Prabang, Laos.
Intermedio
8
Busca un fondo que resalte el retrato que vas a hacer.
Muchas veces un fondo no apropiado estropea un retrato que sería mucho más interesante moviendo al sujeto solo unos metros...
9
No tengas vergüenza en pedirle a la persona a la que vas a fotografiar si se podría poner en este o en aquel lugar, siempre con un “por favor” y explicando el por qué. Un buen fondo mejora la foto considerablemente, pasando de una toma que no dice nada a otra mucho más interesante, que cuenta mejor la historia y el contexto. *Sacerdote en un templo hindú, Singapur.
10
Hazte amigo de las luces y las sombras.
Aunque siempre se habla de que las mejores horas para fotografiar son las primeras de la mañana y las últimas del día, no te preocupes por esto al hacer fotos durante tus viajes. También podrás conseguir grandes retratos a otras horas. Busca sombras o interiores, donde haya una luz más suave y los retratados puedan tener el rostro relajado. *Mujer con velo en la mezquita de Macao.
11
Intenta asistir a festivales o espectáculos locales donde te puedas acercar a los artistas.
Si consigues hablar con ellos, te resultará muy cómodo hacer fotos ya que los artistas están más que acostumbrados a que les hagan fotos y no tendrán ningún reparo en posar para ti. Ya sea por la calle o en lugares cerrados, hay una gran cantidad de espectáculos allá donde viajes: disfrútalos. *Artista en el Opera Tea House, en el barrio chino de Singapur.
Intermedio
12
Fotografiar niños solo requiere un paso extra.
Es recomendable que allá donde viajes, si quieres hacerle fotos a un niño, le pidas permiso a sus padres. Por lo general estarán encantados de que les retrates. Ten en cuenta que según el país hay diferentes normas, y que podrías pasar un muy mal momento por fotografiar niños sin permiso. *Niña en un templo hindú en Singapur.
13
Muestra las fotos a tus retratados.
Estarán encantados de verse en tu cámara. *Justo, quien está construyendo una catedral, viendo una foto en el móvil de una visitante.
14
Comparte los retratos cada vez que puedas.
Pide emails y direcciones de aquellas personas con quienes -por una u otra razón- te hayas conectado. Al volver a casa, envía las fotos por email o incluso imprímelas y mándaselas. Lo agradecerán y las recibirán con una sonrisa. Eso si, siempre que prometas algo, cúmplelo… o se verán mucho más desilusionados que con una fotografía de mala calidad. *Fotos impresas que envié a Myanmar una vez terminé el viaje.
*Todas las imágenes pertenecen al autor del artículo.