1.
Asume que si las eses están puestas casi siempre al final es porque no sirven para nada. No pierdas energía pronunciándolas.
2.
Y quien dice eses, dice otras consonantes al final de las palabras. Di papé (papel), verdá (verdad), comé (comer), adió (adiós)…
3.
Cárgate letras también aunque no estén al final, que así es el camino más corto. ¿Para qué decir «¿Te has ido ya?» cuando se puede decir «¿Tas ío ya?«? Lo mismo con tó (todo), ná (nada), pá (para)…