1. Lánzanos un “piropo” por la calle…
“Mamacita, que buena estás”, “Sabrosa, eres un bizcocho”, “Vamos a matar al oso, a puñaladas”. “¿Cómo hacen los bistecitos? sssshhhhh…” “Cuantas curvas y yo sin frenos”. “Con esa torta y una Fanta, hasta mi pajarito canta”.
Sépanlo guarros: detestamos estos piropos y, cada vez que nos dicen uno, deseamos con toda el alma que fuera delito acosar a una mujer así en la calle.