Sé sucio.
Más allá de la maldita costumbre de tirar basura por la ventanilla del auto, los brasileros somos gente muy limpia que llega a ducharse hasta dos veces por día. Se espera que te cambies la ropa diariamente, que te laves las manos cuando vuelves de la calle y que te cepilles los dientes después de cada comida (¿Te has fijado en nuestros dientes?).
Entonces, si estás quedándote como invitado en una casa o en un hotel de Brasil, manténlo limpio, saca la basura, haz tu ama y usa desodorante. Y siempre dúchate antes de ir a la cama. Siempre.