Cómo hacer enojar a un fotógrafo

Cómo hacer enojar a un fotógrafo

by Ana Luz Crespi 4 Apr 2014

Crédito de la imagen: Ana Luz Crespi Fotografía

1- Decile que su cámara saca lindas fotos.

Decirle a un fotógrafo que su cámara saca lindas fotos es como decirle a tu mamá que su horno cocina ricas pizzas… ¡un insulto!

Esta es una de las frases que más sigo escuchando después de cuatro años de profesión, y siempre la persona se sorprende cuando me ofendo.

Existe la idea de que las fotos que se ven profesionales se ven así porque se usó una cámara profesional, pero nunca hay que olvidar que el profesional es el fotógrafo, sin importar la cámara que use.

2- Pedile que te photoshopee las manchas de la ropa, el pelo despeinado o las arrugas de la camisa.

Ante ese pedido, la primera idea que se le pasa por la cabeza a un fotógrafo es por qué no trajiste la ropa limpia y planchada y por qué no te peinaste antes de ir a la sesión de fotos. Si bien los fotógrafos en general están contentos de poder corregir pequeñas imperfecciones del atuendo o de la persona en el momento de la edición, es ideal que vayas en las mejores condiciones posibles para que todo salga bien desde el momento que la cámara hace clic.

3- Decile que tenés un primo que se compró una cámara hace un mes y saca re buenas fotos, como él.

Además de que es muy poco probable que alguien que está practicando fotografía hace un mes saque re buenas fotos, decirle esto a un fotógrafo es pasar por alto los años de experiencia que tiene y subestimar el arte de la fotografía en su totalidad. Los fotógrafos pasan mucho tiempo estudiando técnica, composición y edición -entre otras cosas-, y compararlos con alguien que comenzó hace un mes es una manera muy efectiva de ofenderlos mortalmente.

4- Opiná que su trabajo es fácil “porque solo tiene que hacer clic”.

Esta parece ser una idea muy frecuente, donde se tiende a idealizar el trabajo del fotógrafo pensando que comienza y termina en el momento que dispara su cámara. Los fotógrafos suelen tener mucho trabajo antes y después del momento en que sacan las fotos. Antes de las sesiones se ocupan de la pre-producción: conseguir locaciones, vestuario, maquillaje, idear un concepto, coordinar el equipo que trabajará con ellos… Y luego de la sesión tienen que ocuparse de la edición y retoque de las fotos, la impresión o el armado de fotolibros. ¡Y todo esto sin tener en cuenta todo el trabajo que lleva mantener un negocio!

5- Pedile que te muestre la foto que acaba de sacarte

Si hay algo que es molesto para un fotógrafo es tener que mostrar cada foto que acaba de sacar. Más allá del embrollo que es tener que parar para mostrar la foto en el display de la cámara, en general la foto en crudo no tiene nada que ver con el resultado final que tendrá la imagen una vez procesada, con lo cual puede al mismo tiempo decepcionar al cliente y frustrar al fotógrafo.

6- Decile que te puede entregar las fotos sin editar, que después las editás vos, así te cobra más barato.

La gran mayoría de los fotógrafos (incluida yo misma) consideran que sus fotos están terminadas recién una vez que las editaron y retocaron, con lo cual pedirles que te entreguen el trabajo en bruto sería como ir a un restaurante y pedirle a un chef que te de los ingredientes para que vos los cocines en tu casa. El arte de la fotografía tanto en la actualidad como en el pasado incluye el proceso de revelado o de retoque digital, que completa la obra dándole el estilo de cada fotógrafo, lo que cada profesional entienda como su marca personal.

7- Llegá tarde a tu sesión de fotos.

Esta es una de las cosas más terribles, ¡especialmente para los que consideramos a la puntualidad como un estilo de vida!

Además, es probable que el fotógrafo haya elegido la mejor hora del día para sacar fotos, y si llegás tarde afectás toda su planificación.  Más allá de que llegar tarde a cualquier cita con un profesional esté mal visto, tené en cuenta que la hora que tu fotógrafo eligió para sacarte las fotos probablemente sea el atardecer, y si llegás tarde a la sesión, la luz se irá más rápido y vas a tener menos tiempo para lograr las imágenes que estás buscando.

8- Mostrale las fotos de otro fotógrafo y decile que querés que te saque fotos con ese estilo.

Si te gustan las fotos de otro fotógrafo, ¡deberías ir a pedirle fotos a ese fotógrafo!

A veces puede parecer una buena idea mostrarle fotos a tu fotógrafo para orientarlo en el estilo que querés, pero siempre que hagas eso, tené en cuenta que tu él (o ella) tiene su propio estilo y que probablemente no pueda o no quiera copiar el estilo de otro colega. Podés mostrarle algo orientativo, pero sabé que él va a tomar eso y convertirlo a su estilo, su modo de usar la luz y sus posibilidades.

9- Cropeá una foto que te sacó para ponerla en tu perfil en Facebook.

Si querés ganarte el odio de tu fotógrafo para siempre, cuando vayas a poner una foto sacada por él en tu perfil de Facebook, recortala como mejor te parezca. De esa manera vas a arruinar la composición que él eligió y el encuadre que le pareció más adecuado para crear una imagen bonita y armoniosa. Es más, si estás con otra persona en la foto, recortá a la otra persona dejándola afuera: con ese sí te vas a ganar su odio eterno.

10- Usá una de sus fotos en las redes sociales y no pongas su crédito.

Esta es una de las peores cosas que podés hacerle: publicar una foto sacada por él y recortar su marca de agua o no poner su crédito. Los fotógrafos trabajan duro para que te guste su trabajo, y si un fotógrafo sacó una foto y te gusta tanto que querés mostrarla… ¿por qué no mencionar quién es el autor? De esa manera, le asegurás reconocimiento y la posibilidad de que otra gente lo contacte para trabajar con él.