CLÁSICOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE
1. Préstale a alguien o llévate una de sus tazas.
Así te lleves la que estaba de última (esa que no se veía), ella notará que le falta una taza…
2. ¡O llévate uno de los potecitos de nata o mantequilla que tu madre reunió con tanto esmero!
De esta no saldrás vivo.
3. Coméntale que las caraotas de la mamá de Pedrito también le quedan buenas y que hasta paticas de cochino le echa.
4. Deja la jarra en la nevera con dos dedos de agua.
Si piensas que esto es buena idea para que otro la llene en vez de ti, pues déjame decirte que no es así. Su súper detector de mamá sabrá que el flojo fuiste tú. Si no quieres terminar lavando el tanque (cuando llegue el agua, claro) o mejor dicho lavando y llenando cual pipote haya en casa, por tu bien:¡LLENA LA JARRA CARAJO!