La Patagonia Argentina es uno de los destinos más visitados en Sudamérica. Durante los 365 días del año recibe a miles de viajeros que buscan maravillarse por los diversos lugares que existen en esta región. Según el Anuario Estadístico de Turismo 2014, la Patagonia recibe visitantes internos, de Europa, Estados Unidos y Canadá, y de toda América Latina.
El ser tan extensa y tener tantas opciones puede hacer que se convierta en un destino “caro”, sobre todo si se quiere recorrer la mayor cantidad posible de lugares en poco tiempo y sin planificación. Así que, aquí dejamos nuestros consejos para viajar casi gratis por la Patagonia Argentina.
1. Planificá bien tus actividades y la ruta, ya que el clima tiene sus costos encubiertos.
Esto es muy importante e incluye, sobre todo, al clima. Al encontrarse en el extremo sur del continente, la Patagonia Argentina posee climas muy fríos. Por lo que si no tenés indumentaria acorde, te recomendamos que lo analices bien porque las temperaturas en pleno invierno son extremas y pueden llegar hasta los 20 grados bajo cero. Quizás tengas amigos que puedan prestarte ropa de nieve, pero si te toca comprar o alquilar, esto hará que el presupuesto suba.
También, si pensás manejar, preparate para hacerlo en rutas con hielo y nieve en el invierno. Por otro lado, tené en cuenta que en las épocas más cálidas el viento se vuelve protagonista de la zona, y requerirá que seas cuidadoso al manejar, o que quizás se dificulte un poco andar en bici.
Es importante que, además, “acomodes” tus expectativas de paisajes. Si tu idea es ver todo cubierto de nieve y esquiar, el invierno en Tierra del Fuego, Bariloche o San Martín de los Andes es la mejor época. Pero hasta los destinos que imaginamos como “de nieve” son hermosos en otra época del año… como el otoño o la primavera.
2. Además, tené en cuenta que siendo una zona tan extensa, las temporadas altas y bajas varían según destino.
La mayoría de los lugares cuentan con precios accesibles en temporada baja y precios demasiado costosos en temporada alta. Los precios de alojamiento en temporada alta llegan a duplicar los de la temporada baja, mientras que los costos de alimentos en los supermercados, gasolina y buses interurbanos se mantienen igual. Los pasajes de avión, las excursiones y los precios del rubro gastronómico también sufren un aumento considerable en temporada alta.
De todas maneras, si tu idea es recorrer toda la región en un solo viaje, será muy posible que en alguna zona haya temporada alta y en otras temporada baja en el mismo período. Por ejemplo, mientras que en Península de Valdés la temporada alta de avistamiento de ballenas es de junio a octubre, en El Calafate y alrededores las temporadas altas son de octubre/noviembre hasta semana santa. Y cuidado: hay lugares como el Chaltén que en invierno quedan prácticamente despoblados y no hay servicios turísticos.
3. Andá a las oficinas de turismo de cada ciudad.
En todas las ciudades, incluso en las localidades pequeñas, hay una oficina de turismo oficial. Si bien es muy posible que te quieran entregar folletos sobre hoteles, restaurantes y agencias de turismo, lo más importante es que también te pueden explicar qué es lo que podés recorrer por tu cuenta, o cómo usar el transporte público para moverte (en ciudades como Ushuaia y Bariloche). En las oficinas de turismo también suele aconsejarte sobre descuentos, como el caso del siguiente punto.
4. Aprovechá los descuentos para estudiantes de los Parques y Reservas Nacionales.
O descuentos para jubilados y otras categorías de visitantes. Los argentinos pagan un precio menor al de los extranjeros, y muchas veces es necesario mostrar las credenciales del caso para acceder a los beneficios (libreta universitaria, DNI, etc.).
Además, hay muchas reservas naturales que no tienen costo de entrada, o el que tienen es muy bajo. Lo mismo con los Parques Nacionales. Aunque no lo puedas creer, existen 8 parques nacionales de la Patagonia Argentina con entrada gratuita.
5. Hacé la pregunta mágica.
Si algo aprendimos en nuestro viaje de 9 meses por la Patagonia Argentina, es que no siempre lo turístico es lo más lindo para conocer. Sacate la vergüenza y animate a hacer la pregunta mágica: “Si un familiar suyo viniera a visitarlo por primera vez… ¿a dónde lo llevaría?”
Te vas a sorprender de la cantidad de lugares que hay para recorrer y que no siempre son conocidos ni recomendados por las agencias o los guías de turismo.
6. ¡Arriba los pulgares!
Una de las dificultades a la hora de recorrer la Patagonia Argentina sin vehículo propio es la lejanía entre ciudad y ciudad. La mayoría superan los 300 kilómetros de distancia.
Pero no te preocupes, sacá al aventurero que hay en vos y animate a hacer dedo. Sobre todo en verano, es normal observar en las rutas patagónicas a muchos mochileros levantando el dedo para que los acerquen hasta la próxima ciudad.
Quizás vayas a asombrarte, pero es muy común que hasta los lugareños utilicen esta técnica para movilizarse entre localidades. Puedes preguntarles a ellos sobre consejos y, de paso, no te olvides la pregunta mágica.
7. No te pierdas las grandes fiestas de las localidades.
Es increíble la cantidad de fiestas populares y nacionales que existen. Nosotros hemos coincidido en muchas y, en otras tantas, nos las perdimos por dos o tres días a causa de no estar bien informados.
Esto es importante porque, por lo general, son de libre ingreso. ¡Si, gratis! Participar de las mismas te ayudará a conocer aún más al lugar, pero no por sus paisajes sino por las personas que viven allí. Además, en estas fiestas podés probar vinos y platos locales por precios accesibles.
En este link podés encontrar un gran listado de fiestas nacionales.
8. Cocinate o buscá lugares que no sean turísticos para comer.
La Patagonia Argentina de por sí tiene un costo de vida más elevado al resto del país. Así que una buena forma de que esto no complique tu presupuesto de viaje es animarte a preguntarle a los locales dónde conseguir comida económica y de calidad.
Por ejemplo, durante nuestra estadía en Calafate pude comprar los ingredientes para hacer una tortilla de papas completa por el mismo precio con el que en otro lugar del centro turístico sólo me alcanzaba para medio kilo de papas. ¡Todo gracias a una señora del lugar que me aconsejó caminar un poco más!
¡Los lugareños también podrán indicarte lugares de donde agarrar frutos del bosque gratis! La leyenda dice que “quien come calafate, vuelve al sur”. Así que…
Eso sí, siempre que cocines en lugares cerca de fauna y flora local, tené MUCHO cuidado con el fuego. ¡Nada de andar propagando incendios por ahí!
9. Aprovechá los servicios de wifi y duchas calientes que hay en las estaciones de servicios de las rutas.
Las rutas nacionales N°3 y N°40 tienen varias estaciones de servicios nacionales que poseen servicio de wifi y duchas calientes. Por lo general, para poder sentarse y usar la computadora sólo te piden que consumas aunque sea un café. Para las duchas, depende de la hora, pueden cobrarte entre $10 y $25 (pesos argentinos). Este precio varía según cuán cercana está la próxima ciudad. No es lo mismo estar en el medio de la Ruta 40 que en la estación de servicios próxima a Bariloche, por ejemplo.
10. Amigate con los alojamientos “miles de estrellas”.
Según el anuario estadístico de turismo 2014, el 92% de los alojamientos de la Patagonia no pertenecen a una cadena de hoteles. Esta es una región en la que ir a hospedarte a lugares no masivos…
Podés ahorrar mucho si elegís los campings antes que los hoteles, y de noche tendrás unas vistas impagables de miles de estrellas. Ahora, si sos de los más aventureros, existe la posibilidad de hacer camping libre, sobre todo en la Ruta N°40. Esto es un eufemismo… en realidad se trata de armar la carpa “al costado de la ruta”.
Otra opción es crearte una cuenta de Couchsurfing y probar de alojarte en la casa de un lugareño y conocer al lugar a través de las personas que lo viven a diario. La mayoría de los pueblos y ciudades más turísticos cuentan con oferta de hostels y cabañas (más económicas para parejas o familias). Una última opción son los refugios de montaña, y en esos casos insistimos con contar con el equipo adecuado (ropa térmica y buena bolsa de dormir), para no sufrir mucho el frío.
11. Comprobá que lo mejor de la vida es gratis, como dicen por ahí: montañas, mesetas, valles, bosques, cuevas, bahías, playas, islas, lagos, lagunas, mar, glaciares, cascadas, chorrillos, ríos.
De norte a sur y desde el Océano Atlántico hasta las Cordilleras de los Andes, la Patagonia Argentina sorprende y enamora con su gran diversidad de climas y paisajes. Si no nos creés, andá a la Patagonia Argentina y comprobalo vos mismo.