Si todo el mundo dice que Tailandia es barato por algo será. Sin embargo, el presupuesto de un viaje por este país puede variar mucho. Todo depende de la habilidad que uno demuestre para moverse sobre el terreno y de los estándares de comodidad que desee disfrutar. Si tu rollo es mochilero, Tailandia te servirá en bandeja unos servicios básicos más que aceptables a un costo mucho menor que el de tu lugar de origen. Si vas de viajero más acomodado (véase, durmiendo en un buen hotel) también estás de enhorabuena, podrás tener acceso a caprichos de calidad a precios inimaginables tanto en EE.UU. como en Europa. Para todos hay una opción y, para los más ahorradores, muchas formas de hacer su viaje realmente low cost. Ahí van unas cuantas.
Hospédate en guest houses.
Las guest houses son los hostels / albergues de Tailandia. Se trata de una alternativa más o menos casera, algo así como que una familia local se monte su albergue más o menos improvisado y acoja a viajeros por un módico precio. En estos lugares la norma es que la habitación sea privada y con acceso a baño, pero no necesariamente con baño privado (que también puede ser). Depende de la ciudad los precios suben o bajan pero por entre 200 y 300 baths (6 a 9 dólares) puedes encontrar una habitación decente en Bangkok, Chiang Mai y Koh Phangan. En el caso de que busques un lugar para dos personas, los tienes desde 400 baths o menos (12 dólares), tanto en esos tres lugares como en Koh Tao.
Come en los puestos de la calle.
La experiencia me demuestra que comer en los carritos o puestos de la calle de cualquier parte de Tailandia es algo tan económico como sabroso. Sé que a primera vista esta idea puede resultar poco seductora para muchos pero créeme, en más de tres meses viajando por el país nunca nada me dio indigestión ni me produjo enfermedad alguna. Y todo, todo de verdad, estaba riquísimo. Como ya te contamos en Matador, hay decenas de cosas que puedes comer por menos de un dólar. A veces tu almuerzo será take away (si por ejemplo pides pinchos morunos o pollo frito), a veces podrás tomarlo en unas mesitas situadas al lado del puesto (si encargas unos noddles o un pad thai). Hagas lo que hagas la comida te saldrá bien de precio y te dejará un muy buen sabor en la boca.
Muévete en tren.
En relación calidad – precio y para recorrer largas distancias, el tren será tu mejor aliado en Tailandia. En función del tipo de vagón que escojas, el precio por trayecto es uno u otro. Para moverte pocos kilómetros, de Bangkok a Ayutthaya por ejemplo, utiliza la butaca del coche simple. Para viajar por largo tiempo, de Chiang Mai a Bangkok quizá, apuesta por el coche cama, más caro que la butaca pero infinitamente más cómodo. Si de largas distancias hablamos, el avión también puede ser una opción aunque para que te salga bien de precio probablemente requiera escala. El autobús, casi siempre un poco más barato que el tren, es buena idea en trayectos de no más de cuatro horas; para más, quizá se te haga incómodo tener un espacio tan reducido.
Regatea sin piedad.
En cualquier mercado, REGATEA. Si un artículo está en el escaparate de un mercadillo tailandés, su precio está hinchado, sea cual sea la cifra que marque (si es que marca alguna). Seguro. Regatea, no tengas miedo ni vergüenza. Ten siempre educación pero nunca piedad, recuerda que ningún comerciante va a hacerte una venta si pierde dinero con ella. Apriétale hasta que obtengas un precio que te parezca razonable teniendo en cuenta la parte del planeta en la que te encuentras. Si quieres tener una referencia de precios antes de llegar echa un ojo a esta lista con 25 precios de Tailandia.
Aprovecha los templos de acceso libre.
Los tailandeses no son tontos. Saben que todos queremos entrar en sus bellos templos, así que en cuanto nos descuidamos, nos cobran entrada. Supongo que es ley de vida en todo país turístico que se precie. Ahora, hay muchos santuarios chiquitos y no tanto que tienen el acceso gratuito. Es el caso del Templo Blanco de Chiang Rai, quizá uno de los más bonitos de todo el país. También el del Golden Mount de Bangkok, un pequeño lugar subido a lo alto de un montecillo del que se tiene una fantástica vista de la ciudad.
Entérate de las actividades gratuitas de cada ciudad y participa.
En las principales urbes de Tailandia existen muchas actividades totalmente gratuitas que permiten al foráneo mezclase con el local. Todo es cosa de encontrarlas. Infórmate y disfrútalas. En Bangkok, por ejemplo, todos los días a última hora de la tarde dan clases de aeróbic y thai chi en el verde Lumphini Park. En Chiang Mai, por su parte, puedes aprender mucho sobre budismo si participas en un chat with a monk (charla con un monje). Ninguna de estas dos actividades tienen sobre coste. ¡Palabra de mochilera!