Escoge bien la compañía.
Es siempre lo principal. Viajar es una experiencia muy intensa en la que todos los sentimientos se mueven uno o dos pasos hacia el extremismo. Todo afecta más, lo bueno y lo malo, por lo que lo ideal es compartirlo con alguien a quien conozcamos bien y que sepamos más o menos cómo es en cada situación (y que nos guste siempre).