Te encuentras con algún conocido en su auto que te mira con lástima mientras esperas el bus.
Para esta persona, ir en bus es de pobres, de losers, o de hippies sucios. A veces incluso se ofrece a «acercarte» a algún lado para que no tengas que viajar «así». Es probable que en silencio te lamentes por tu destino de pasajero de bus pero jamás lo admitirás en frente de un conductor de automóvil. No. Tú no contaminas (tanto), recuérdalo.