1- Conocer la Puerta de Brandeburgo, de día y de noche.
Y es que estar en Berlín y no ir en varios momentos a la Puerta de Brandeburgo, uno de los símbolos de la ciudad, tanto de día como de noche, es como no haber estado en la ciudad.
2- Subir a la cúpula de cristal de Norman Foster, del Parlamento Alemán.
Esta es una de las actividades que no puedes perderte. Eso sí, reserva tu entrada con antelación, ya que suelen agotarse rápido.