1. Llegas a una terminal de buses que parece un aeropuerto… O a un aeropuerto que parece una terminal de buses…
Es extraño: la terminal de buses es digna de una fotografía, pero en el aeropuerto no quieres ni sacar el teléfono.
2. Comes iguana creyendo que es pollo.
Las empanadas de “pollo” que se venden en la mayoría de los pueblitos… ¡no siempre son de pollo! El sabor de la iguana se asemeja mucho… Y aunque parezca aterrador, en Paraguaná comen iguanas desde antes de la llegada de los españoles y todavía nadie se ha muerto por eso.
3. No dejas de asombrarte de que aquí hay chivos por todos lados.
No en vano les decimos “los come chivos” en la Capital. Ahora, esos que llaman “chivatos” si asustan… y aquí les pasan por un lado como si nada. “Esos chivos, ¿no cachan a la gente won?”