1. Le da frío.
Sí, aunque en enero lo experimentamos un poco, no estamos acostumbrados a usar muchos abrigos o suéteres. Y en la maleta en un viaje a la ciudad de México sabemos que un par de ropas de frío son indispensables para esas noches y mañanas en la gran capital.
2. No saber como pedir una chelada.
Ese vasito con un poquito de limón y escarchado, el cual con un par de hielos y una cerveza bien fría nos salva del calor en Yucatán… Por cierto, en la CDMX es michelada.