16 cosas que vamos a vivir en el show del Indio Solari en Tandil
1. ¡Vamos a ser parte de la toma pacífica de Tandil!
2. Vamos a encontrarnos con gente de todo el país y también de países limítrofes. Algunos llegarán días antes, otros sobre la hora de inicio, pero la mayoría habrá viajado cientos de kilómetros para ser parte del sueño.
3. Vamos a vivir la previa más atractiva y heterogénea. En todos los rincones de la ciudad en cuestión habrá ricoteros haciéndose unos choripanes al costado de la ruta, tomando vino, fernet o cerveza, acampando, bailando, tocando la guitarra, comprando algún souvenir local o conociendo los atractivos turísticos. Y a cada paso, sonando a todo volumen, algún tema del Indio.
4. Tempranito, decenas de miles de personas empezaremos a peregrinar hacia el lugar elegido para la misa al grito de “¡Ohhhh vamo’ los Redó!”.
5. Vamos a ser testigos de lo que es el verdadero “libre comercio”, ya que todos los lugareños van a tratar de venderte algo: Desde remeras, vinchas, posters, gaseosas, latas de cerveza, choripanes, chorizos a la pomarola, hasta el acceso al baño privado de una casa.
6. Van a recibirnos las banderas en las que se pone en juego todo el ingenio ricotero. “Mi genio amor” / “Cuando el fuego crezca quiero estar allí” / “Indio Solari mi único héroe en este lío” / “El infierno está encantador esta noche” / “Esa estrella era mi lujo” / “Banderas en tu corazón, yo quiero verlas ondeando luzca el sol o no”.
7. Vamos a vivir una hermandad con el de al lado, aunque sea un total extraño. De pronto nos encontramos compartiendo la botellita de agua mineral, o cediéndole nuestro lugar en la cola para entrar al baño químico.
8. Cuando empieza a oscurecer y se acerca la hora, se nos pone la piel de gallina. Cada uno de nosotros estará pensando en cuál va a ser la primera canción que suene. Sabemos que en unos minutos comenzará la misa, donde todos seremos uno. “Sí sí, ¿viste? te dije que iba a empezar con “Un ángel para tu soledad…”.
9. Aunque claro que todos sabemos que el Indio también puede sorprender con una potente versión de “Jugo de tomate frío” o “Post Crucifixión”.
10. Vamos a comprobar una vez más que el rock es una cuestión de actitud y que nada tiene que ver acá la edad, el estilo ni, mucho menos, con las clases sociales.
11. Vamos a vibrar con cada canción, coreándola a los gritos junto a cien mil almas más…
12. Y por supuesto, esas cien mil almas elevaremos una plegaria: “Solo te pido que se vuelvan a juntar”.
13. Vas a perder la voz cantando “¡Oooh, soy Redondo, es un sentimiento que no puedo parar!”.
14. Vamos a sentir, una vez más, la presencia eterna de Walter…
15. Y al final, lo que todos hemos estado esperando durante meses: El suelo tiembla bajo tus pies mientras suenan los acordes de “Ji Ji Ji”, ¡para hacer el pogo más grande y poderoso del planeta!