Quemamos al “viejo”.
No, no quemamos a una persona mayor. En Ecuador tenemos la costumbre que para despedir el año que está por terminar quemamos en la calle a un monigote de aserrín o de papel periódico llamado “año viejo”. Estos monigotes pueden ser desde un simple muñeco anónimo de aserrín, el presidente del país, Mickey Mouse, o cualquier personaje de moda. Entre familias y vecinos se unen en la noche del 31 de diciembre para quemar juntos sus “años viejos” y darle la bienvenida al año nuevo.