1. No volví a abrir la puerta de acceso a mi edificio
En Colombia, tener la llave para la puerta de acceso al edificio es un privilegio de pocos. En prácticamente todos los conjuntos hay un vigilante (o “guarda” como le dicen acá) encargado de abrir las puertas y permitir el acceso. Cuando estás recién mudado, puede que pregunte a dónde vas. Luego, sorprende no sólo cómo reconocen donde vives sino lo rápido que logran ubicar tu buzón de correspondencia.