1. Tuve que invertir eso de “desayuna como rey, almuerza como príncipe y cena como mendigo”.
En Argentina, el famoso dicho venezolano se pone patas para arriba. Un típico desayuno aquí consta de galletitas con mate o café y en su defecto una media luna (croissant), nada más. En el almuerzo, alcanza con un sándwich o una ensalada ligera. Pero cuando llega la cena, se pueden meter hasta un churrasco de medio kilo de carne con papas fritas, o un chorizo con su buena porción de pan para acompañar y finalizar con un flan con dulce de leche como “postrecito”. Ah, eso sí, luego se horrorizan cuando les contamos que en Venezuela podemos comernos una arepa con pollo y caraotas refritas acabados de levantar.